El Ford Kuga es el único turismo de tracción total de la marca del óvalo en nuestro mercado, un todocamino al que por fín le ha llegado la segunda motorización, ya que hasta hace nada sólo se vendía con el 2.0 TDCi de unos justos 136 CV de potencia y en acabados Trend o Titanium. Con el nuevo cinco cilindros de origen Volvo y dos centenas de caballos, el Kuga se une a la lista de todocaminos “poco lógicos”, por decirlo suave, como el SEAT Altea Freetrack de 211 CV, que por cierto es 5.600 euros más barato, y que no se note que somos españoles…
El Duratec 2.5 Turbo sueco eroga 200 CV y 320 Nm de par máximo (misma fuerza que el diesel), con un consumo homologado de gasolina de 10,3 l/100 km, “razonable” según Ford. Dicen también desde la marca que su cambio automático obligatorio sólo sube el consumo 0,4 l/100 km respecto a una transmisión manual de seis velocidades… Con todo alcanza 202 km/h de punta y se pone a 100 km/h en menos de 9 segundos.
A diferencia del 2.0 TDCi de 136 CV, no existe una versión de tracción delantera, es de tracción total mediante multiembragues Haldex de cuarta generación. Además sólo se comercializa con acabado Titanium y con el cambio automático de cinco velocidades Durashift por un precio de 32.600 euros. Este cambio se adapta a la forma de conducir y tiene tanto modo secuencial como automático, con programa normal o “Sport”. Ford dice que, independientemente del modo seleccionado, cambiará de la forma más suave posible.
El Ford Kuga es un todocamino compacto de casi 4,5 metros de largo, 1,84 metros de ancho y 1,68 metros de alto. Comparte la plataforma del Focus y el C-Max, pero con más batalla y más ancho de vías. La distancia libre al suelo me pareció más que suficiente para que rozar los bajos no sea algo muy fácil, son 188 milímetros. El ángulo de entrada máximo es de 21 grados, y el de salida, 25 grados. No se puede regular la altura de ninguna forma, pero me parece algo adecuado para su planteamiento, un híbrido entre compacto y todoterreno.
Entremos en materia. ¿Es un turismo? ¿Es un todoterreno? Es un todocamino, más en el mundo de los turismos que en el de los todoterrenos. Ni se te ocurra pensar en reductoras, diferenciales mecánicos o chasis de largueros y travesaños. ¿O compararías un Porsche con un carrito de los helados? Por su comportamiento y tacto de conducción el Kuga se acerca mucho a un Ford Focus o C-Max, no sólo por estar basado en la misma plataforma. Ford ha querido que el Kuga sea más un compacto que un todoterreno a los efectos de comportamiento sobre asfalto y se not. La confianza que da es notable para ser un vehículo medianamente alto y con 1.600 kilos de peso.
Fuera de asfalto se defiende adecuadamente. El sistema de tracción total es el típico de este segmento, multiembragues Haldex, es decir, el eje trasero recibe par cuando el delantero está patinando. El acople del eje trasero se realiza inmediatamente y es imperceptible para el conductor, además no se puede desconectar a voluntad.
Sobre asfalto el Ford Kuga es un coche cómodo que no da la sensación de ser un vehículo grandote hasta que se le empiezan a buscar las cosquillas en cambios de apoyo a cierta velocidad, entonces te das cuenta que el centro de gravedad está un poco alto. La suspensión puede considerarse como dura en ocasiones, pero sujeta bien la carrocería y es confortable. Conduciéndolo por autopistas, autovías y carreteras en buen estado se puede llegar a olvidar que conducimos este tipo de coche para todo, de verdad.
Continuará…