El Crossover de alta gama de Nissan lleva más de 10 años como una interesantísima y poco conocida alternativa en el segmento de los SUV de lujo. Las dos generaciones del Murano han gozado de una estética iconoclasta que ha tenido en los clientes más entendidos un buen caldo de cultivo, sobre todo desde la llegada del eficaz bloque diesel.
Con una estética muy futurista y netamente dinámica, el Nissan Murano es un gran desconocido en el segmento de los SUV de alta gama, un modelo que comparte su base mecánica ni más ni menos que con los representantes de Infiniti (salvo el bloque diesel V6), y que a pesar de ser una opción de marca generalista goza de un nivel de calidad, acabados y distinción muy por encima de la media, especialmente tras su última remodelación, que le ha dejado una estampa a mi parecer espectacular.
Este Crossover de Nissan ha estado lastrado mucho tiempo por el motor 3.5 V6 de 256CV, que con su consumo de 10,6 l/100 km no era lo más adecuado para nuestro mercado y era la única opción disponible. La llegada del diesel de 4 cilindros ha sido un revulsivo y a día de hoy el Murano 2.5 dCi supone el 90% de las ventas. Esta mecánica es una evolución de la que usaba el Pathfinder, arroja 190CV y 450Nm de par máximo y que con el cambio automático de seis velocidades de convertidor de par y tracción total consume 8 l/100 km. Sus prestaciones son decentes, pues alcanza 196 km/h y acelera de 0 a 100 km/h en 10,5 segundos.
La sensación a los mandos del Murano es de una gran eficacia de rodadura en todo momento, con una pisada confortable, unos cambios suaves y acompasados y un aislamiento acústico elevado que incrementan la sensación Premium ya comentada. El habitáculo alojará a sus cinco ocupantes con holgura, y la gran anchura del modelo permite unas cotas estupendas en todas las plazas, con un maletero a la altura que cubica 550 litros con formas muy aprovechables, aunque una boca de carga algo elevada dado su carácter campero.
Hablando de aptitudes camperas hay que detenerse un momento, ya que aquí el Murano saca pecho. Tener en su gama verdaderos 4×4 como el mencionado Pathfinder proporciona a Nissan un saber hacer innegable que se traduce en que el Murano es capaz de pisar campo de verdad. Esto es algo que tuvimos la ocasión de comprobar en primera persona en la última presentación de la gama crossover de la casa nipona, y gracias al avanzado sistema de tracción este SUV de 2 toneladas no tiene problemas en afrontar zonas que a priori no parecen aptas para su bonito “traje”.
El Nissan Murano tiene sin embargo tracción total conectable mediante el sistema All-Mode 4×4-i. Normalmente funciona como un tracción delantera, pero el reparto de par es dinámico en función de la adherencia. Se puede forzar un reparto 50/50 entre ejes hasta 80 km/h, y aunque las cotas trialeras no son de todoterreno puro, con el se puede hacer algo más que pisar caminos en buen estado. Eso sí, la ausencia de reductora o suspensiones regulables pondrá limites que la lógica debe respetar.
La factura final con el bloque diesel de 4 cilindros y el acabado tope de gama Tekna Premium protagonista de nuestra prueba supera los 50.000 euros, pero hay que reconocer que cada euro da la sensación de haber merecido la pena cuando se comprueba la calidad de su navegador con pantalla táctil de 7 pulgadas, el sistema de sonido Bosé, sus asientos de cuero calefactables, el techo panorámico, las cámaras 360 grados de ayuda al aparcamiento o su eficaz transmisión integral por mencionar algunos elementos significativos. Sólo es opcional el DVD en los reposacabezas o la pintura metalizada, y para los menos sibaritas hay una interesante versión Acenta por 42.650 euros. Una compra 100% inteligente.
Nuestra Nota: 8,3