Hoy voy a hablar de un segmento al que normalmente no le prestamos ninguna atención hasta que sucede como con la Virgen de Lourdes, es decir que sólo nos acordamos de ella cuando truena, y se trata de los vehículos Comerciales. Esto lo hago a resultas de dos factores: primero porque Volkswagen lanza al mercado español la Caddy 4Motion, presentada recientemente en el Salón Internacional de Hanover y el único modelo en su segmento con tracción total en nuestro mercado; y segundo porque justamente en esta semana necesitaba un vehículo de estas características para una serie de transportes y si no llega a ser por la versión maxi del mismo, es decir alargada en casi 50cm para mejorar su capacidad de carga hasta los 4,3 m3, frente a 3,2 el Caddy, no se que hubiera sido de mi, pues es la más grande de su segmento y justo lo que necesitaba.
Esta furgoneta tiene 25 años de historia y se han vendido 470.000 unidades desde 2004, cuando se lanzó la última generación, tratándose de un paso intermedio entre la actual Caddy, que mide 4,40 metros de largo, y el ya demasiado furgón Transporter, de 4,89 metros. El nuevo Caddy 4Motion se combina con el incombustible motor 1.9 TDI de 105cv. y una caja de cambios manual de 6 velocidades con filtro de partículas de serie DPF y cuenta con un optimizado nivel de prestaciones que serán más que suficientes en todas las circunstancias, con la indudable ventaja de que estas se combinan con unos consumos y emisiones muy moderados que en cifras oficiales no llegan a los 7 litros y están por debajo de los 175g/km respectivamente. Con esto y con todo puede ser una gran opción para muchos trabajadores por cuenta propia por la infinidad de posibilidades de configuración de su interior y por la versatilidad que ofrece, mucho más ahora con la tracción total por el plus de seguridad y las capacidades que aporta, llegando a acoger en su interior 7 personas con cuatro bolsas de golf.
La introducción del sistema 4Motion en el Caddy mantiene el ESP de serie y añade el sistema de ayuda de arranque en pendiente, y esta nueva versión está disponible tanto en el modelo más de batalla tipo Furgón como en los acabados Kombi, la más polivalente, Life, para pasajeros y Tramper, para todo uso y perfecta para un autónomo con una vida “variada”. De su interior hay que destacar que pese a la profusión de huecos y a la algo elevada postura de conducción la sensación no es la de ir a repartir el pan, pues a parte de que los elementos del salpicadero son comunes a la casa y agradables tanto a la vista como al tacto, a excepción de algunos plásticos duros como es lógico, y más en el acabado furgón, su comportamiento nos regala un rodar muy bien asentado, con poco balanceo gracias a unas suspensiones bien calibradas. El espacio interior es muy cuadrado y aprovechable disponiendo en esta versión larga de una puerta lateral que resulta muy práctica.
No todo son ventajas y a la hora de comprarla pensando también en un uso personal no se puede perder de vista una pega que implica la nueva normativa fiscal que entró en vigor en 2008, pues si hasta ahora estos vehículos, al ser comerciales, estaban exentos del impuesto de matriculación, desde el año pasado se les aplica cuando no se utilicen para actividades profesionales. Esto supone una complicación en sus tarifas y un incremento de precios ya que por su nivel de emisiones no están exentos del impuesto, aunque se estima que el 90% de sus compradores son empresarios. Y ya se sabe, hecha la ley…
The Motor Lobby 