En la lucha de los combustibles alternativos la compañía española da un paso al frente en su apuesta por el Gas Natural y presenta dos modelos de una solvencia y ahorro supinos, ya que reduce a la mitad el coste de combustible y un 25% las emisiones. Son vehículos fabricados en serie y mantienen intactas sus prestaciones, ¿se puede pedir algo más?, sí, una adecuada red de repostaje.
El Gas Natural es otro de los derivados de los combustibles fósiles, pero a diferencia del petróleo éste cuenta con muchas más reservas y es renovable, con lo que su ventaja comparativa por la sostenibilidad que implica es mucho mayor. Esa parece ser una de las razones para que Seat haya apostado por desarrollar dos vehículos que se propulsan con esta fuente alternativa, el León TGI y el Mii Ecofuel, y tras haber realizado una toma de contacto y haber comprobado su gratificante uso y su simpleza de utilización, junto con el innegable ahorro y ecología que implican, estamos convencidos que será una de las soluciones de movilidad del futuro.
Ese futuro está asociado a la red de repostaje de estaciones de Gas Natural, que en este momento se limita a 39 puntos en toda España, sin duda una cifra lejos de ser suficiente pero que por distribución geográfica y por la ventaja técnica de que ambos modelos funcionan con dos depósitos de combustible (gas y gasolina), no supone una barrera insalvable. Entre las ventajas del gas natural frente a los combustibles utilizados en la actualidad, vemos que la energía aprovechable de 1 kilogramo de gas natural es idéntica a la de dos litros de GLP, 1,5 litros de gasolina o 1,3 litros de gasóleo, reduciéndose en un 25% las emisiones de CO2 y en un 87% las de NOx, comparando estas últimas con las de un motor diésel equivalente.