Desde junio de 2009, la gama de motores del A5 está formada por cuatro versiones de gasolina y tres Diesel, una oferta muy amplia que hace que la elección adecuada dependa mucho del uso que le vamos a dar y de nuestro tipo de conducción. Todos los motores pueden ir asociados a un sistema de tracción total permanente «quattro», salvo el 2.0 TFSI de 180 CV y el 2.0 TDI de 170 CV. De hecho, los más potentes, que son el Diesel de 239 CV y el S5 con su V8 de 344 CV, únicamente están a la venta con tracción a las cuatro ruedas. Las cajas de cambio pueden ser manuales, de seis velocidades, o automáticas. Hay tres tipos de transmisiones automáticas: «Multitronic» (de variador continuo y ocho marchas), «S tronic» (de doble embrague y siete relaciones) y «Tiptronic» (de convertidor de par y seis velocidades). En función del motor, el A5 lleva una u otra y las variables de configuración siguen creciendo de forma exponencial para complicar más el asunto a la hora de decidirse por el modelo más adecuado.
Entre las actualizaciones incorporadas este año a este bonito coupé una de las más importantes es que todas las versiones de tracción delantera llevan de serie control de estabilidad con función «XDS», que simula la acción de un diferencial delantero de deslizamiento limitado electrónico (en curva, cuando una rueda pierde adherencia, el sistema interviene para frenarla y evitar que el coche subvire).