
La transmisión automática (ZF) de seis velocidades ha sido reforzada con un convertidor más capaz y discos de embrague adicionales. El cambio se maneja desde las levas situadas tras el volante (lo más gratificante y recomendable) o, en modo automático, mediante un cómodo y tecnológico mando circular situado entre los asientos delanteros, el mismo que lleva el XF. Este selector está asociado a un nuevo diferencial electrónico para mejorar la motricidad de los más de 500 purasangres que intentan destrozar los neumáticos traseros. Esta caja tiene dos modos automáticos: «Drive» para un uso relajado y «Sport» para llevar al motor en un régimen más alto cuando estemos juguetones, ya que la transmisión se mantiene en la marcha en la que va mientras sea posible, sin jugarnos la mala pasada de cambiar en plena trazada de curva por ejemplo. El tiempo mínimo para el cambio, desde que el conductor da la orden hasta que está engranada, es de 0,6 segundos, lo que no está mal hasta que nos acordamos que la transmisión de un Lexus IS F puede hacer los cambios en 0,1 segundos…Está claro que este Jaguar no es ni pretende ser un deportivo extremo.
Estéticamente este coche ya era precioso y no presenta ni necesitaba grandes cambios. Se diferencia del anterior modelo por el capó, los tubos de escape, el paragolpes delantero y el faldón trasero rediseñados, las nuevas tomas de aire laterales pintadas en el color de la carrocería y los retrovisores exteriores con intermitentes laterales y luz de cortesía de diodos luminosos, presentes también en algunas de las funciones de los pilotos traseros. Además, el XKR 2009 se distingue por las nuevas llantas de 19 ó 20 pulgadas, los 15 colores de carrocería (dos de ellos, «Salsa» y «Kyanite Blue», exclusivos) y las inserciones cromadas en las rejillas superior e inferior de la parte frontal. No le hacía falta más la verdad.
