
Desde su lanzamiento uno de los defectos que más se ha escuchado acerca del Mini Cooper S es su carencia en un aspecto tan relevante para un deportivo como es la frenada. El diametro de sus discos y sus pistones simples acusan el cansancio demasiado pronto en cuanto les sometemos a un trato exigente.
Para solucionar este problema los técnicos del preparador AC Schnitzer , fans incondicionales de este mata gigantes, han desarrollado un equipo de frenado de altas prestaciones compatible con todas las series del Mini Cooper S (R55, R56, R57, R52, R53, JCW). El cambio se produce en el eje delantero como es normal, y el equipo de AC Schnizter está compuesto por unas pinzas de 4 pistones con pastillas más blandas, que muerden unos discos sobredimensionados de 328mm que van rayados para mejorar su refrigeración y comportamiento en mojado, algo a lo que su mayor grosor (28mm) y doble cara también ayuda.

Con este equipo el Mini Cooper S disfruta de una frenada inagotable que no desfallece ante el puerto más pindio ni ante el circuito más exigente. Las cifras que se consiguen desde 100 Km/h son de 35.5m si los frenos están fríos y de 35.2m si éstos se encuentran calientes, lo que supone una mejora de unos 3 metros sobre la versión de serie, unas cifras dignas de deportivos de renombre.
Su frenada ante lluvia severa también mejora muchos enteros gracias al dibujo de los discos, y si a este complemento le sumamos la suspensión regulable que ofrece AC Schnizter en otro paquete junto con el diferencial de deslizamiento limitado, convertiremos al Mini Cooper S en un arma imbatible cuando lleguen las curvas, os lo aseguro.

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