Posicionado como un Golf GTI a escala, la tercera generación del Volkswagen Polo GTI hereda todo el carácter y la magia del compacto para situarse como el ciudadano más completo. Muchos recordarán con añoranza el Volkswagen Polo G40 de 1986, que gracias a un compresor conseguía 113CV que ponían en aprietos a modelos deportivos con muchas pretensiones e incluso a su hermano mayor, el todopoderoso Golf GTI. En 2006 el pequeño urbano alemán tomó prestado de su hermano el 1.8 Turbo de 150CV, pero se le criticó por que le faltaba algo de carácter, como ya le ocurría al compacto más famoso de todos los tiempos en su 4ª generación.
Desde el año pasado, y gracias a la adopción del que ha sido nombrado mejor motor del año en dos ediciones consecutivas, el Polo III se ha convertido en un verdadero dolor de cabeza para el hermano mayor y creador de la saga. El Volkswagen Polo GTI 2010 está propulsado por el afamado bloque de 1,4 litros que combina la tecnología de los dos anteriores, un pequeño turbo y un compresor volumétrico de bajo caudal, para generar180CV de potencia y 250 Nm de par que resultan muy utilizables.
Magistralmente combinado con el cambio DSG con levas en el volante y con el diferencialelectrónico de deslizamiento limitado XDS, lo que hace de su conducción una tarea llena de divertimento y tracción, el GTI más pequeño de la saga acelera de 0 a 100 km/h en sólo 6,9 segundos, lo que significa que es tan rápido como el Golf. Su velocidad máxima es de 229 km/h, pero la magia del downsizing hace que todo ello lo consiga con un consumo medio de apenas 5,9 l/100 km y unas emisiones de CO2 de 139 g/km , lo que implica un ahorro del 25% respecto a la anterior generación.
Esencia GTI
En estos datos también tiene mucho que ver el liviano peso de este pequeño deportivo ciudadano. Con un tonelaje de 1.184 kilos, la agilidad y la viveza de reacciones está asegurada en todo momento, escenificando con pureza el espíritu GTI en toda su dimensión. Para que el conjunto funcione homogéneamente las suspensiones del Polo se han rebajado en 15 mm y monta muelles más enérgicos, aunque en ningún momento suponen unos tarados que le hagan perder la compostura y cierto confort de marcha inherente a todo Volkswagen.
Para esa guerra el grupo VAG tiene en el mercado al Seat Ibiza Cupra, un coche que es un clon genético de este Polo vitaminado con el que comparte motor, transmisión y chasis, aunque la puesta a punto del español es más radical y puede llegar a montar unos frenos AP de 312mm de diámetro que dejan pequeños los de serie del GTI y permiten apuradas imposibles y un ritmo mucho más alto en tramos de curvas. El calzado elegido sí es común para ambos, y las llantas de 17 pulgadas montan gomas de sección 215 que aseguran cantidades ingentes de agarre.
La prueba completa y mucho más en ESD.



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