The Motor Lobby

Con el recuerdo del Skoda Fabia RS todavía muy presente en mi mente necesitaba conducir un modelo que me permitiera olvidar las innegables virtudes de ese gran producto deportivo llegado del este pintado de “verde competi”, y para ello decidí recurrir a un valor seguro, a un modelo que aunque está cerca del fin de su ciclo comercial en su versión actual,  mantiene el tipo en cualquier situación y ante cualquier rival con una serie de atributos que merece la pena recordar.
Estoy hablando además de un producto 100% nacional, de uno de los SEAT más equilibrados, pasionales y divertidos que jamás haya salido de las líneas de producción de la factoría de Martorell, el León FR 2.o TFSI. Con su alabadísimo bloque 2.0 turbo de 211CV unido a una eficaz transmisión manual ideal para los amantes de lo clásico estaba seguro que podría hacer borrón y cuenta nueva, dejando en el olvido al maravilloso 1.4TFSI de doble sobrealimentación y doble embrague, y os puedo asegurar que estaba en lo cierto.

La manera de andar, de sujetarse, su practicidad, una estética que ha aguantado estoicamente el paso del tiempo, un interior muy ergonómico y con espacio por doquier, la practicidad de su maletero de casi 400Litros y un motor que sobresale por encima de todo con fuerza, potencia, elasticidad y suavidad a partes iguales hacen de este coche un producto redondo que además cuenta con un precio nada descabellado. Os dejo los 9 argumentos que desarman a la competencia:
–    Su motor 2.0TFSI es una joya que comparte con “cocos” del calibre del Volkswagen Golf GTI, o el Audi S3 (esté con la electrónica de 265CV como el Golf R, así que para darles un susto mayor debemos pensar en el Leon Cupra R).
–    La puesta a punto del chasis ágil de SEAT es tan acertada que no se echa en falta la suspensión activa. Duro pero nada incómodo, con una capacidad de bacheo asombrosa.
–    El diferencial activo XDS remata el conjunto con una capacidad de tracción siempre abundante.
–    Los tiradores de las puertas traseras camuflados en el montante son un detalle de estilo que deberían adoptar todos los compactos. Permiten olvidarse de las carrocerías coupé por completo.
–    Los asientos del León FR son preciosos (con la tapicería de cuero y alcántara además son un lujo) y sujetan como un guante, los del Skoda Fabia RS eran buenos hasta que pruebas estos, entonces se quedan en normales.
–    El cuentarevoluciones situado en el centro del cuadro de mandos crea un ambiente muy racing y permite muy buena visibilidad del régimen óptimo de funcionamiento de la mecánica en todo momento.
–    El volante achatado, que a mí me gustan mucho, es una delicia por tacto y grosor.
–    Las plazas traseras son válidas para cualquier ocupante en cualquier trayecto.
–    EL maletero permite viajar a cuatro adultos con su equipaje o que el León FR haga las funciones de coche familiar para todo, que es en definitiva lo que pretende ser. Un vehículo con el que no hay que renunciar a nada.