La fiebre SUV no tiene límites así que nos ponemos a los mandos de uno de los modelos pequeños más interesantes del mercado, el coqueto y siempre divertido Mini en su versión Countryman. La mítica casa inglesa está cosechando un gran registro comercial con la cuarta carrocería de su incombustible Mini (eso hasta la llegada oficial del coupé), esa con cuatro puertas, posibilidad de tracción a las cuatro ruedas y cuatro plazas reales, así que nos hemos puesto a sus mandos para ver si mantiene intacta su esencia. El modelo elegido ha sido el tope de gama, el Mini Countryman CooperS All4, que además venía cargado de equipamiento como es habitual en las unidades de prensa.
Es por ello que nada más verlo en el aparcamiento con ese color caza que tan bien le sienta, las llantas negras de 18”, los cristales tintados y el techo en contraste en el mismo color uno no pueda evitar admirar su diseño. La marcada línea de cintura, los prominentes pasos de rueda, y el abultamiento del capó dan sensación de músculo, y la verdad es que con su bloque de 1,6 litros sobrealimentado y 184CV seguro que “patada” no le falta a este Countryman, pues esta mecánica ya ha sido muy alabada en diversas ocasiones por su entrega.

