
La situación de Opel tras la compra de Magna puede tener muchos puntos de incertidumbre en cuanto a su gestión pero hay uno en el que no hay una sola duda, sus coches van a seguir mejorando siguiendo la estela del aclamado Insignia.
Y el primero en hacerlo y de qué manera es un modelo tan importante y vital para la marca como es el Astra, ya que supone más de un tercio de las ventas de Opel y tendrá que competir en el segmento de los coches medios, llamados compactos, que es el más importante de Europa, pues representa el 27% del mercado.
Sucesor del Kadett, un nombre legendario que nació en 1936 con una carrocería monocasco, reducidos costes de uso y que estuvo en producción hasta 1991 con seis generaciones, la denominación Astra fue un cambio importante no solamente de nombre sino de formato del coche, para hacerlo más habitable y competitivo.
