Hablar del Lancia Delta y no ponernos a pensar inmediatamente en potencia a raudales y prestaciones de infarto bajo las siglas HF es como jugar al póquer con trinaranjus, pero los tiempos cambian y hay que saber adaptarse a todo.
Tras una década ausente, tenemos en el mercado un Lancia Delta que rompe con las dos generaciones pasadas y sobresale por un diseño vanguardista y práctico, que, unido a una amplia gama de motores diésel y gasolina, le convierten en un compacto muy flexible que puede arrastrar mucha clientela procedente de familiares, berlinas o incluso monovolúmenes compactos debido a su gran espacio interior. Este Delta es elegante, está cuidadosamente acabado, aporta estilo y es desde luego muy atrevido en sus formas.
Hay muchas razones para elegir el Lancia y no otro rival de la nutrida competencia. La habitabilidad, el confort de marcha, el puesto de conducción, incluso el comportamiento, son los puntos fuertes, pero no se puede negar que es un coche que se compra por el feeling que transmite. La capacidad que Lancia ha tenido para distinguirse de sus contrincantes, con personalidad a raudales y la sensación de llevar un coche único y de un segmento superior son sus mejores armas.
La portentosa rejilla cromada escoltada por unos modernos grupos ópticos que llevan integrados una fila de diodos LED aporta un toque de distinción digno de berlina. La marcada cintura, la enorme distancia entre ejes, el techo descendente desde la parte cental hasta la luna posterior, originalmente curvada, y unos pilotos traseros alargados y también con tecnología LED hacen que este Lancia sea un rompecuellos, la gente se para a mirarlo está claro. Si eres una persona más bien discreta que no le gusta el circo social cuidado.
El habitáculo es otro de los puntos fuertes. El Delta es espacioso como ninguno (4.52 metros de longitud) y el profundo lavado de cara arroja unos acabados que no desentonarían como coche de representación. Sus asientos son cómodos butacones que pueden ir acabados en la gozosa tela de alcántara y en los que es fácil encontrar la posición de conducción adecuada y hasta el salpicadero puede ir forrado en cuero en opción. Sin embargo no es oro todo lo que reluce, hay piezas rescatadas del Fiat Bravo y muchos de los materiales utilizados son de plástico simulando ser metal, algo que con el paso del tiempo llegará a decepcionar seguro.
Los asientos traseros y el maletero (de 465 litros de capacidad) son un punto a destacar del nuevo Delta: son amplios y el portaequipajes a pesar de tener una boca de carga algo alta y con el piso bajo incorpora la posibilidad de ‘hacerlo crecer’ sin necesidad de abatir los asientos. Gracias a un ingenioso y práctico sistema las banquetas traseras se pueden adelantar o atrasar según la necesidad de cada momento, más equipaje o más comodidad. Me encanta esta opción y no entiendo como no la adoptan más fabricantes.
Continuará…





Yes it isn’t the world greatest lokiong vehicle, but as a taxi I think its perfect. Seating for 5 and their luggage, lots of headroom, wide doors for entry/exit, and an efficient diesel engine. The design of this version is now around 15 years old too.