Tengo que reconocerlo estoy enamorado de este coche. Su historia, su estética, su tecnología, su exclusividad, su sonido…todo en el está construido para el disfrute más absoluto y yo he quedado prendado de la magia que han desplegado los magos de AMG. Es un coche construido por la filial deportiva de Mercedes de principio a fin, sin cortapisas, haciendo lo que mejor saben hacer, aplicar todo su know how adquirido en competición a un modelo de calle epatante.
55 años después el mito del 300 SL y sus puertas de apertura vertical va a encontrar un heredero a su altura. Sólo se van a fabricar1.250 unidades al año y ya hay más de 5.000 pedidos en firme de clientes que ni siquiera han visto el coche, afortunados adinerados que saben que compran una pieza de colección, un clásico desde el primer día de su nacimiento.

