Fue en el Salón de Frankfurt de 2006 cuando Skoda presentó su prototipo de MPV basado en el coqueto Roomster, y ante el fervor popular el otoño pasado llegó a los concesionarios un coche diferente, un SUV con el que desmarcarse, el Yeti. La versión definitiva mide 4,2 metros, puede tener tracción total y su mayor altura libre al suelo le permite adentrarse por caminos sin miedo a romper nada, aunque lo mejor es su rompedora estética, sólo equiparable al Kia Soul.
La gama del Yeti la componen un total de cinco motores (tres diésel y dos gasolina) combinados con tracción delantera o total, esta última enfocada fundamentalmente a los propulsores más prestacionales, el 1.8 TSI de 160CV de gasolina y el 2.0 TDI Common Rail de 140 ó 170CV en diesel. Para esta primera prueba sin embargo me han cedido la mayor novedad en gasolina, y se trata de la reciente incorporación a la gama del motor 1.2 TSI de 105CV y que únicamente se asocia con tracción delantera.

