
Esta historia merecería un chiste si no fuera por que es real. Una araña a la que le gusta el olor de la gasolina tanto que opta por fabricar sus telas en sistemas de emisión de los coches estuvo detrás de la llamada a revisión de miles de vehículos de la marca Mazda en Estados Unidos esta semana.
Mazda Motor dijo el jueves que revisaría 52.000 coches después de que la Comisión Nacional para la Seguridad en las Carreteras dijera que las telas de araña podrían restringir un conducto de ventilación, lo que podría provocar que el sistema de control de emisiones incrementara la presión en el tanque de combustible

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