A pesar de llevar en el mercado desde hace 5 años el Ford Galaxy sigue mostrándose en plena forma y se posiciona como uno de los monovolúmenes de gran tamaño más atractivos. El Ford Galaxy está disponible con dos acabados, Trend y Limited Edition, pero el más básico sólo se puede combinar con el motor 1.8 TDCi de 125 CV. La unidad de pruebas que Ford España nos facilitó es sin embargo la última evolución del motor 2.2 TDCi con 163CV, y obviamente su acabado es el tope de gama, que a parte del control de estabilidad y tracción, 7 airbags o sistemas de fijación ISOFIX incorpora llantas de 18” opcionales, el climatizador automático de tres zonas, el autoencendido de luces, el sensor de lluvia, el control de velocidad, el ordenador de viaje, el parabrisas térmico o el espejo interior fotosensible.
El diseño de un monovolumen se ve condicionado por los inevitables requerimientos de habitabilidad que debe aportar, pero a pesar de ello y de lo cuadrado de sus formas, mucho más clásicas que su dinámico hermano de gama el Ford S-Max, el atractivo del Galaxyresulta innegable, demostrando que los trazos del Kinetic Design que guían los designios de la marca han aguantado estoicamente el paso del tiempo y le permiten presentar un desahogado espacio interior.
Desde el 1.8 TDCi de 125CV todas las mecánicas del Galaxy recurren al gasóleo para impulsarse, y aunque todas ellas se muestran solventes, la realidad es que dado el tamaño y capacidades dinámicas de este Ford el motor más potente de todos, el 2.2 TDCi de 163CV y 400Nm, es con el que mejor matrimonio hace. Con un consumo medio homologado de apenas 6.7 litros/100 km es capaz de mover con fuerza las casi 2 toneladas de peso de este monovolumen hasta los 208 km/h con aceleraciones impetuosas.
Esas prestaciones requieren de un chasis bien afinado que aguante el envite al que se va a ver sometido, y el Ford Galaxy dispone de uno muy bueno como ya es norma en la marca. Perfectamente asentado a alta velocidad, severo en las curvas, con unos movimientos de carrocería muy contenidos, ciertamente ágil para su tamaño y siempre respetuoso y confortable con el pasaje la verdad es que su comportamiento enamora. Todavía no lo hemos probado pero no quiero ni imaginar cómo debe ir su hermano de gama el S-Max, más deportivo y afilado aún.
La prueba completa y mucho más en ESD.



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