El Renualt Koleos es un coche impar, un modelo derivado de una creación coreana de Samsung, filial de la casa francesa, que encuentra un acomodo peculiar en nuestro mercado y que por tanto se convierte en un vehículo muy singular que otorga un nivel de diferenciación muy alto a sus ocupantes. A pesar de ser un modelo que ya va por su segunda generación y que vio la luz allá por 2007, de él se han vendido sólo 125.000 unidades.
La oferta mecánica se limita al boque diesel galo de 2 litros, y el grueso lo compone una versión de 150CV, aunque hay otra de 175CV asociada al cambio automático y el acabado más lujoso Privilege. El bloque de acceso de gama, que es el que probamos, se ve lastrado por el peso del conjunto y resulta menos vivo que en otros modelos de Renault, pero la suavidad es la norma dominante de este DCi, y marida bastante bien con el espíritu aventurero del coche. Además con la última actualización los ingenieros han conseguido homologar consumos acordes con los tiempos que corren, hasta un 25% más bajos que la anterior generación. Sorprendente.
La suspensión refrenda esa comodidad de la que hablamos, con un tarado muy suave que permite un gran confort de bacheo en toda circunstancia, un punto débil a la hora de abordar tramos de carretera secundaria que se paga con el peaje de una menor precisión y mayores balanceos de la carrocería del Koleos, pero que se vuelve una ventaja al circular por caminos rotos, algo que el bloqueo del diferencial, el control de descenso de pendientes y los más de 20cm de altura libre al suelo de este Renault aventurero permiten abordar con garantías. No olvidemos que su plataforma es la misma que el Nissan Xtrail, no un mero compacto con la suspensión elevada.
La estética tiene mucho de incalificable en el Renault Koleos, pues a primera vista puede resultar algo desproporcionado, pero sin duda resulta muy personal. Es un coche cuyo gusto es de lo más subjetivo y que un día te puede gustar mucho y al siguiente lo odias sin razón. El portón trasero se abre en dos partes aportando mayor practicidad y resultando un buen detalle a la hora de realizar un picnic campero (idea prestada de modelos tan representativos como puede ser el Range Rover Sport o el BMW X5) y en general su silueta no deja indiferente.
El interior tiene el salpicadero algo bajo (como su línea de cintura), y unos materiales que son de buena calidad y tienen el típico aire Renault, aunque se echa en falta unos asientos que sujeten mejor, especialmente que contasen con una banqueta un poco más larga para la sujeción y comodidad inferior. La opción del navegador Tom Tom Live resulta fundamental dada su orientación rutera, y el techo panorámico opcional es como siempre un capricho que agradecerán todos los ocupantes.
Los 450 litros de maletero son muy aprovechables y los huecos para guardar todo tipo de enseres se encuentran muy bien repartidos por todo el habitáculo. Las toberas de ventilación trasera serán necesarias para mantener una temperatura constante, y la ergonomía está bastante conseguida en las 4 plazas, aunque la central trasera es demasiado estrecha y va algo sobre elevada para desplazamientos largos.
Los 21.200€ de la versión de acceso de gama (sólo contracción delantera) resultan una factura aceptable que se consigue gracias a la bajada de un escalón en la tributación del impuesto de matriculación surgida de sus emisiones de 148g/km, pero los más de 31.000€ que hay que abonar para tener tracción integral, cambio automático y el acabado Privilege serán una barrera para muchos y un coste difícil de justificar para otros.
En conjunto la marca francesa ha conseguido mejorar mucho el producto que compone el Renault Koleos, un modelo con una personalidad propia apabullante, bien diferenciada de su primo y líder de ventas en el segmento, el Nissan Qashqai, pero que encuentra muchas limitaciones por el hecho de estar derivado de un modelo procedente y enfocado al mercado asiático. El comprador de este coche debe sin duda tener las cosas muy claras y saber lo que está adquiriendo, un vehículo robusto que ofrece mucha versatilidad.
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