Que las mecánicas diesel de BMW son de lo mejor del mercado no es ningún secreto. Basta echar un vistazo a las espectaculares cifras del 320d para quedarse epatado, pero ello ha podido ir en detrimento de su hermano menor, el fenomenal 318d, cuya denominación desmerece un fantástico motor de equilibrio perfecto que lo convierte en un rodador incansable.
La última de las generaciones del BMW Serie 3, y van 6, ha venido a paliar muchos de los defectos que se le venían echando en cara a una de las mejores berlinas medias del mercado para los apasionados de la conducción. Estamos ante un coche más grande, con más espacio en las plazas traseras y más maletero, algo más confortable en todos sus parámetros, mucho más tecnológico y que mantiene intacto el espíritu de la marca de la hélice gracias a su sempiterna tracción trasera y a una conducción precisa en toda circunstancia.

