A finales de 2014 la marca de las hélices llevo a cabo un pequeño lifting de la Serie 6, el modelo más evolucionado y desarrollado de toda su gama si hacemos la salvedad del i8 y su concepción futurista de vehículo 100% eléctrico y fabricado en fibra de carbono. El M6 también se sumo a estos pequeños cambios, e incluso comparte con el i8 su techo en material ultraligero. Las modificaciones son de matiz, y para cualquier neófito resultará imposible diferenciar un modelo de años distintos si no están al lado, lo cual es un punto a favor de los antiguos clientes del Serie 6. De hecho es un coche que está envejeciendo de manera prodigiosa.
El nuevo BMW M6 Gran Coupe se podrá distinguir por sus ópticas LED o los paragolpes y taloneras más envolventes, pero sigue fiel a las 4 salidas de escape con difusor posterior y el techo acabado en fibra de carbono. Las llantas de 20 pulgadas le sientan como un guante, y el nuevo color Jatoba metalizado será la seña de identidad más clara. 11 tonos de pintura, cinco tapicerías de piel y 3 tipos de inserciones distintas junto con las opciones M Individual permitirán tener un coche único. A los mandos las nuevas funciones del BMW Connected Drive y un mejorado Head-up Display con parámetros específicos M hacen el resto de cambios.
Mecánicamente el nuevo BMW M6 Gran Coupé se mantiene inalterado. Bajo el capó está el ya conocido bloque V8 turbo de 4.4 litros de 560CV que se transmiten al eje trasero. Una transmisión de doble embrague y 7 velocidades tiene que lidiar con 680Nm de par, y todo ello permite a este imponente GT marcar un 0 a 100 km/h de 4.2 segundos a pesar de los 1.850kg que arroja en báscula. Este tonelaje será el mayor enemigo de los conductores que sientan tentaciones de acercarse a un circuito, y en ese caso será mejor que tengan instalados los packs opcionales que ofrece la marca y los frenos adecuados.