Renault ha actualizado la gama del Mégane, que se fabrica en la factoría de la corporación en Palencia, con la incorporación de la nueva identidad de marca con la que ya cuentan los nuevos modelos de la firma y que se distingue claramente por un logotipo de mayores dimensiones en la calandra. Las mentes pensantes de la marca saben que su modelo talismán en el mercado español necesitaba un lavado de cara para seguir manteniendo su liderato comercial en el segmento más reñido de todos. El Megane ha sido líder de ventas durante 12 años, 9 de ellos consecutivos desde que llegó al podio en 2003, pero la competencia es feroz y no se puede despistar. Desde que se lanzó en 1995 ha vendido 1,3 millones de unidades en nuestro país, y su ruptura con los conceptos establecidos ha sido siempre la norma, como lo demostró la llegada del Scenic, el primer monovolumen de su categoría, o sus rompedores diseños.
El compacto de Renault ha experimentado ahora una necesaria renovación de su estética que viene marcada por el logo de la marca. De mayor tamaño y con un fondo negro brillante, el rombo que preside el capó pretende dotarle de mayor personalidad y empaque. También en la parte frontal se han renovado la parrilla y el sistema de iluminación, que tiene unas luces LED diurnas de nuevo diseño, modificando de paso toda la oferta de llantas de aleación para que la imagen final sea contundente.

