Tras subir casi un 10% con el anuncio de la posible entrada de Tesla en su accionariado, Moodys califica su deuda como bonos basura por la baja rentabilidad de la compañía. En lo que va de año las acciones se han dejado casi un 20% de su valor.

Nissan se disparó la semana pasada por encima del 9,5% en la bolsa de Tokio ante la posible inversión de Tesla en su capital. La propuesta contempla un consorcio de inversores, con Tesla como principal patrocinador, pero también incluye la posibilidad de que la marca propiedad de Elon Musk pudiese adquirir las plantas de Nissan en Estados Unidos en el actual contexto de aranceles que amenaza aplicar el presidente Donald Trump.
El grupo estaría liderado por Hiro Mizuno, antiguo miembro del consejo de Tesla, y cuenta con el apoyo del ex primer ministro Yoshihide Suga, según una información del Financial Times que el propio Mizuno ha desmentido.
Mizuno dijo en una publicación en su cuenta en ‘X’ (antes ‘Twitter’) que no tiene «absolutamente ninguna participación» en dicho grupo y duda de que Tesla tenga algún interés en las fábricas de Nissan, como sugiere el rotativo británico.
Nissan busca un salvavidas después de que el acuerdo con Honda Motor para combinar ambas marcas en un único holding finalizara formalmente a principios de este mes.
Nissan atraviesa problemas financieros y se encuentra inmersa en una reestructuración que incluye la reducción del 20% de su producción global y el despido de unos 9.000 trabajadores en todo el mundo para 2026.
De hecho, las acciones de Nissan en la bolsa de Tokio experimentan un año en caída libre con un descenso del 19% en sus acciones. Del mismo modo, el fabricante prevé pérdidas de casi 500 millones de euros al cierre de este año fiscal.
Las consecuencias del desacuerdo han sido especialmente graves para Nissan que sigue sufriendo caídas en su volumen de ventas. Ello está presionando al fabricante de automóviles para encontrar apoyo financiero e intentar salir del actual bache económico.
El pasado día 13 de febrero, el consejero delegado de Nissan, Makoto Uchida, dijo que sería difícil sobrevivir sin apoyarse en una asociación y que estaban dispuestos a «hablar con otros potenciales socios».
Moody’s ha rebajado la calificación crediticia deNissan Motor Co. a grado ‘especulativo’ debido a una «débil rentabilidad de la empresa impulsada por la desaceleración de la demanda de su antigua gama de modelos».
Moody’s explica que se ha evidenciado una desaceleración de las ventas del fabricante nipón en China desde principios del año fiscal 2023 (que finalizó en marzo de 2024), pero ahora su mayor mercado consolidado, que es Estados Unidos, enfrenta desafíos en forma de altos incentivos de ventas, altos inventarios y modelos más antiguos.
La agencia destaca que Nissan no tiene oferta en el creciente segmento de vehículos híbridos en Estados Unidos en la actualidad. Asimismo, apunta que la compañía también enfrenta riesgos de ejecución con su nuevo plan de reestructuración, que apunta a reducir los costes en 400.000 millones de yenes (2.558,71 millones de euros) para fines del año fiscal 2026.

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