The Motor Lobby

El showroom de la capital de Cupra, la marca de deportivos de Seat con un claro enfoque en la electrificación, se convierte en epicentro de la Formula E, la competición eléctrica más importante del mundo y que tiene un claro sabor español.

La firme apuesta de Cupra por la Fórmula E, competición eléctrica en la que participa por tercera temporada a través del equipo Cupra Kiro, cobra protagonismo esta semana en el Cupra City Garage Madrid. El polivalente espacio de la marca en la Calle Serrano 88, en plena Milla de Oro madrileña, se transforma en el epicentro de la acción con la exposición del monoplaza eléctrico del equipo, una nueva edición de los Cupra Talk centrada en la Fórmula E y la retransmisión en directo del E-Prix de Miami este sábado.

La Fórmula E es el escenario elegido por la marca española como plataforma para desarrollar y perfeccionar la tecnología eléctrica que incluyen sus vehículos, al tiempo que compite en algunas de las ciudades más espectaculares del mundo y acerca la electrificación al público de todo el mundo con carreras de máximo nivel. Después de lograr dos títulos mundiales de turismos eléctricos con el Cupra e-Racer y de competir en Extreme E con un SUV 100% eléctrico, la marca apostó por este campeonato en 2023. Tras el acuerdo firmado con la compañía KIRO, CUPRA compite este año en Fórmula E con los pilotos Dan Ticktum y David Beckmann, y un monoplaza con el exitoso sistema de propulsión Porsche.

“Me emociona ver nuestro coche de competición aquí, en el CUPRA City Garage Madrid, expuesto junto al Tavascan, nuestro modelo de calle, con el que comparte mucho más de lo que parece”, señaló Xavi Serra, director de Cupra Racing, durante la sesión celebrada en este polivalente espacio. Serra estuvo acompañado por Ángel Suárez, responsable de física del vehículo en SEAT S.A., y por el periodista especializado en motorsport, Miguel Portillo, que ejerció de moderador. El interés por la Fórmula E se hizo evidente en una sala llena de periodistas especializados y aficionados que no quisieron perder la oportunidad de vivir la experiencia ‘desde dentro’.

“Esta es nuestra tercera temporada en la Fórmula E y la primera junto a KIRO, un equipo de capital estadounidense que comparte con nosotros una visión disruptiva del automovilismo”, explicó Xavi Serra. “Con el sistema de propulsión de Porsche, contamos con todos los ingredientes para afrontar esta etapa con ambición. Eso sí, somos humildes: en la Fórmula E compiten grandes marcas, y nosotros venimos a trabajar duro para hacer crecer este proyecto”, añadió, días antes de viajar a Miami para acompañar al equipo en la quinta cita del calendario.

Serra también quiso destacar el salto tecnológico que ha vivido la categoría en apenas una década: “Hemos pasado de coches de 200 kW (272 CV) a potencias de hasta 350 kW (476 CV), afrontando carreras completas con un solo monoplaza, algo impensable en los inicios. La evolución ha sido constante y espectacular, alcanzando incluso una capacidad de regeneración energética en carrera de hasta 600 kW. Todo un logro técnico”.

Uno de los grandes atractivos de la Fórmula E para Cupra es la transferencia directa de tecnología hacia los vehículos de producción. “Este es el lugar donde CUPRA debe estar. Es una categoría de referencia, y nos sirve como laboratorio en movimiento. Para poner un ejemplo: el conector que usamos en el PIT BOOST para recargar el coche es el mismo que emplea cualquier usuario de coche eléctrico. La diferencia es que nosotros en competición lo hacemos a 600 kW, una cifra muy superior, para conseguir el máximo rendimiento en carrera”.

Ángel Suárez, responsable de física del vehículo en SEAT S.A., subrayó cómo la competición sirve de inspiración directa para la gama de calle: “Siempre digo que la electrificación reúne tres pilares: emoción, eficiencia y sostenibilidad. La Fórmula E es la encarnación perfecta de esa visión. Para hacernos una idea, el monoplaza de Fórmula E alcanza los 100 km/h en 1,86 segundos, un 30% más rápido que un Fórmula 1«.

“Esa emoción también se traslada a nuestros modelos de producción”, continuó Suárez. “La regeneración energética que vemos en carrera es impresionante, y nos sirve como campo de pruebas real. Además, esta categoría nos permite experimentar con nuevos enfoques de diseño: trabajamos con un centro de gravedad más bajo, aprovechamos la aerodinámica de elementos como el difusor o el alerón trasero, y conseguimos grandes prestaciones, a pesar del peso adicional que supone la batería”.