Xiaomi acelera su transformación industrial con el SU7 Ultra, un deportivo eléctrico que ha roto los cronómetros en Nürburgring, se ha colado en el universo de los videojuegos y ha vendido miles de unidades en tiempo récord. El gigante chino, que empezó vendiendo móviles, ya compite de tú a tú con Porsche en el circuito más exigente del planeta.

Xiaomi ya no es solo una marca de móviles. El gigante tecnológico chino ha irrumpido con fuerza en la industria de la automoción con el SU7 Ultra, un coche deportivo 100% eléctrico que no solo está dejando sin aliento a la crítica por sus cifras de rendimiento, sino que también ha comenzado a dejar huella en circuitos reales y en el mundo de los videojuegos.
Lo que comenzó como un ambicioso proyecto de diversificación industrial se ha transformado, en apenas dos años, en una de las apuestas más agresivas y exitosas en el sector del vehículo eléctrico de alta gama. Y no es casualidad. Detrás de este salto se encuentra una combinación de músculo financiero, ingeniería de vanguardia y una estrategia de marca que no deja nada al azar.
De los móviles a Nürburgring
El SU7 Ultra, la versión más prestacional de la berlina eléctrica lanzada por Xiaomi a finales de 2024, ha pulverizado expectativas. El pasado mes de abril, el modelo batió un récord en el mítico circuito de Nürburgring, con una vuelta de 7 minutos y 4,9 segundos, convirtiéndose en el coche eléctrico de producción más rápido en completar el trazado alemán.
La hazaña no fue fruto de la casualidad. Con una arquitectura tri-motor —dos propulsores en el eje trasero y uno en el delantero— que entrega un total de 1.154 kW (unos 1.548 CV), el SU7 Ultra es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en menos de 2 segundos y alcanzar velocidades superiores a los 350 km/h. La batería, fabricada por CATL, es de 93,7 kWh y ofrece hasta 800 km de autonomía teórica bajo ciclo CLTC, aunque con una orientación claramente prestacional.
Además de Nürburgring, el coche ha demostrado músculo en otros circuitos. En febrero, batió el récord de sedanes eléctricos de producción en el circuito de Shanghái con un tiempo de 2:09.944.

Furia digital: del asfalto a Gran Turismo
Pero Xiaomi no se ha conformado con dominar las pistas físicas. En una jugada que mezcla marketing emocional y visión tecnológica, la compañía ha llevado su deportivo eléctrico al universo de Gran Turismo 7, el popular simulador de conducción exclusivo de PlayStation. El SU7 Ultra es el primer modelo de la marca disponible en el videojuego, gracias a una colaboración directa con Polyphony Digital, el estudio creador del título.
Kazunori Yamauchi, director del juego y entusiasta del automovilismo, destacó el trabajo conjunto con Xiaomi y definió al modelo como “un símbolo de cómo la tecnología digital y el diseño automotriz pueden caminar juntos hacia el futuro”.
La incursión en Gran Turismo no solo es un guiño a los más jóvenes, sino una declaración de intenciones: Xiaomi quiere ser reconocida como una marca de movilidad global, innovadora y emocional.
Éxito comercial sin precedentes
Lanzado al mercado chino el pasado 27 de febrero, el SU7 Ultra ha sido un éxito rotundo de ventas. En solo dos horas desde su apertura de reservas, la marca vendió las 10.000 unidades previstas para 2025. De ellas, casi 7.000 fueron adquiridas en los primeros 10 minutos, una cifra que no ha pasado desapercibida en un contexto donde Tesla y BYD dominan el mercado eléctrico chino.
El precio de partida del modelo ronda los 529.900 yuanes —unos 70.000 euros al cambio—, lo que lo sitúa como una alternativa directa a propuestas como el Porsche Taycan o el Tesla Model S Plaid, aunque con una clara apuesta por la conectividad, el diseño aerodinámico y un enfoque más radical en cuanto a rendimiento.

Desembarco europeo: entre el deseo y la cautela
Pese al éxito en China, Xiaomi aún no ha dado el paso definitivo hacia la comercialización del SU7 Ultra en Europa. La marca presentó el modelo en el Mobile World Congress de Barcelona, donde fue una de las estrellas del pabellón tecnológico, pero dejó claro que su prioridad inmediata es satisfacer la demanda interna en el mercado asiático antes de expandirse al Viejo Continente.
No obstante, fuentes cercanas a la compañía aseguran que se están llevando a cabo pruebas de homologación en Europa y que podría desembarcar en mercados selectos a partir de 2026, coincidiendo con el despliegue de su red de servicios y postventa fuera de Asia.
Un ecosistema en expansión: el SUV YU7 y el futuro de la marca
Xiaomi no se detiene. En paralelo al éxito del SU7, la firma ha anunciado el lanzamiento de su segundo modelo eléctrico: el Xiaomi YU7, un SUV premium que estará disponible en China este verano. Este nuevo modelo contará con un diseño más familiar, pero igualmente vanguardista, y ofrecerá hasta 700 km de autonomía, además de tecnología LiDAR, conducción semiautónoma y un interior con un salpicadero panorámico de diseño futurista.
La estrategia de Lei Jun, fundador y CEO de Xiaomi, es clara: “Queremos estar entre los cinco fabricantes de coches más importantes del mundo en los próximos 15 o 20 años”. Para ello, han invertido más de 10.000 millones de euros en el desarrollo de su división de automoción, Xiaomi EV, que ya cuenta con una planta operativa en Pekín con capacidad para 300.000 vehículos anuales.
En 2024, la marca entregó más de 135.000 unidades del SU7 en todas sus versiones, y la previsión para 2025 es superar los 300.000 coches vendidos, incluyendo los primeros YU7.

El éxito del Xiaomi SU7 Ultra no es un episodio aislado, sino un síntoma del cambio de paradigma en la industria del automóvil. Las marcas tecnológicas ya no solo fabrican teléfonos o gadgets: también fabrican coches. Y lo hacen con una visión distinta, donde el software, la conectividad, el diseño y la experiencia digital tienen tanto peso como la mecánica.
El SU7 Ultra no solo es un deportivo eléctrico con prestaciones de infarto; es el primer capítulo de una historia que puede redibujar el mapa automovilístico global. Una historia que se escribe en código, se mide en voltios… y ahora también se corre en Nürburgring.

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