La llegada de modelos como el Hyundai Ioniq 9, el Kia EV9 y el Volvo EX90 está poniendo contra las cuerdas a las grandes marcas alemanas. La electrificación ha cambiado las reglas del juego y ha difuminado las fronteras entre el lujo tradicional y la innovación disruptiva.

Durante décadas, el mercado del automóvil ha estado estructurado en una jerarquía inamovible. En la cúspide, el llamado “triunvirato alemán” —BMW, Mercedes-Benz y Audi— marcaba el estándar del lujo, la tecnología y el prestigio. Más abajo, marcas generalistas como Hyundai, Kia o incluso Volvo ofrecían productos solventes, pero alejados del aura elitista de sus rivales centroeuropeos.
Hoy, esa jerarquía está en jaque. La transición hacia la movilidad eléctrica ha borrado líneas que parecían infranqueables. Y lo que antes eran «aspirantes», hoy son alternativas más que serias. Con productos como el Hyundai Ioniq 9, el Kia EV9 y el Volvo EX90, las marcas coreanas y la firma sueca no sólo han recortado distancias, sino que en muchos aspectos empiezan a mirar por el retrovisor a sus competidores premium.
Ioniq 9: una amenaza real para BMW y Mercedes
El Hyundai Ioniq 9, recién llegado a España, representa un paso de gigante para la firma surcoreana. Este SUV de siete plazas, basado en la avanzada plataforma eléctrica E-GMP, apuesta por una arquitectura de 800V que permite cargas ultrarrápidas, algo que todavía no ofrecen muchos modelos de las marcas alemanas. Frente al BMW iX, el Ioniq 9 ofrece más espacio real para pasajeros, una habitabilidad sobresaliente y una propuesta tecnológica que no desmerece en ningún punto.

El Mercedes EQS SUV, rival directo por formato y ambiciones, apuesta por un refinamiento superlativo y una suspensión neumática de primer nivel. Pero también lo hace a un precio muy superior. Y aquí es donde Hyundai juega su carta maestra: ofrece un producto avanzado, bien rematado y tecnológico, pero con una relación calidad/precio imbatible.
Incluso frente al Audi Q8 e-tron, el Ioniq 9 sale reforzado. La plataforma del SUV alemán sigue siendo una adaptación, mientras que Hyundai ha partido de cero con un enfoque cien por cien eléctrico. Resultado: mejor eficiencia, mayor autonomía y un aprovechamiento interior ejemplar.
Kia EV9: diseño audaz y sentido práctico
Con el Kia EV9, la marca hermana de Hyundai ha dado un golpe sobre la mesa. Su diseño rompedor y sus soluciones interiores —como los asientos giratorios— lo convierten en uno de los SUV eléctricos más versátiles del momento. Frente al BMW iX, el EV9 no es tan deportivo, pero ofrece más espacio, más funcionalidad y un estilo menos polarizante.

Donde más brilla el EV9 es en su propuesta integral. Frente al Mercedes EQS SUV, el coreano ofrece un equipamiento de serie muy superior —con tecnología V2L incluida— y una experiencia digital a la altura. Todo ello con un precio mucho más contenido y sin perder calidad perceptible.
Comparado con el Audi Q8 e-tron, el Kia vuelve a ganar en planteamiento. Su plataforma específica le permite optimizar espacio, batería y eficiencia, mientras que su diseño y presentación interior apuntan al usuario moderno que valora tanto la funcionalidad como la imagen.
Volvo EX90: el lujo escandinavo se electrifica
Volvo, por su parte, juega en otra liga. Más sobria, más funcional, pero con una clara identidad propia. El EX90 es, probablemente, el modelo más ambicioso de la historia reciente de la marca sueca. Construido sobre una nueva plataforma (SPA2) y con tecnología LiDAR de serie, apunta sin complejos al segmento alto del mercado.

Frente al BMW iX, el EX90 ofrece una experiencia más serena, más orientada al confort familiar y a la seguridad activa. Frente al EQS SUV, Volvo contrarresta la exuberancia con sostenibilidad, diseño minimalista y un interior rematado con materiales reciclados de primer nivel. Y ante el Q8 e-tron, vuelve a destacar por su enfoque tecnológico más avanzado y una visión de futuro más clara.
¿Estamos ante un nuevo orden?
La pregunta ya no es si Hyundai, Kia o Volvo están alcanzando a las marcas premium. Es si, en algunos aspectos, ya las han superado. En eficiencia, en tecnología de carga, en funcionalidad, en sostenibilidad y —muy especialmente— en relación entre equipamiento y precio, estos nuevos actores están poniendo en aprietos a los históricos del sector.
La clave está en sus plataformas eléctricas nativas. Mientras que muchos fabricantes tradicionales siguen adaptando estructuras heredadas, los modelos de Hyundai, Kia y Volvo han sido diseñados desde cero para el coche eléctrico. Esto se traduce en habitáculos más amplios, baterías más ligeras y eficientes, arquitecturas de carga más rápidas y una libertad de diseño que sus rivales más conservadores todavía no han asumido.
También hay un cambio de paradigma en lo que entendemos por lujo. Ya no basta con cuero, molduras de madera y una suspensión blanda. El cliente moderno valora tanto el diseño como la tecnología, la sostenibilidad como el confort digital. Y ahí es donde estos nuevos protagonistas están marcando la diferencia.

¿Ha cambiado el significado de «premium»?
Todo indica que sí. El sello premium ya no depende exclusivamente de un logotipo o del pedigrí de la marca. La experiencia de usuario, la conectividad, la usabilidad, la seguridad avanzada y el compromiso con el medio ambiente pesan hoy tanto o más que el prestigio de antaño.
Hyundai, Kia y Volvo no están jugando a ser premium. Están redefiniendo el concepto desde sus propios valores. Y en esta nueva era eléctrica, la competencia ya no se mide solo en caballos y cuero, sino en visión de futuro. Y en eso, los alemanes ya no van en cabeza.

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