La marca del rombo se afianza como segunda del mercado europeo con un alza del 2,7% en ventas, mientras su filial Dacia se enfría tras años de ascenso. En España, ambas crecen, aunque Renault alerta del freno eléctrico si se agotan los fondos del Moves.

Renault navega 2025 con sensaciones contrapuestas. La marca francesa ha cerrado el primer semestre del año con una mejora del 2,7% en sus ventas globales, alcanzando las 808.413 unidades, y revalidando su posición como la segunda marca más vendida de Europa. Sin embargo, no todo son buenas noticias para el grupo: Dacia, la enseña rumana de bajo coste, muestra claros síntomas de fatiga tras una larga etapa de crecimiento, y cierra el semestre con una caída del 0,7% en sus matriculaciones globales. Un desequilibrio que obliga al grupo a rebajar sus previsiones de crecimiento para 2025, lastradas también por la debilidad en su división de vehículos comerciales.
En total, el grupo Renault —sumando todas sus marcas— vendió 1,16 millones de vehículos en la primera mitad del año, lo que supone un ligero aumento del 1,3% respecto al mismo periodo de 2024. Un avance modesto, pero significativo en un mercado europeo cada vez más condicionado por la transición eléctrica, la presión regulatoria y la ofensiva comercial de los fabricantes chinos.
La estrategia De Meo empieza a dar frutos
Renault como marca se mantiene firme. Gracias a la hoja de ruta iniciada por Luca De Meo, que aún deja su impronta pese a su reciente salida del grupo, la firma ha consolidado su gama electrificada y ha reforzado su apuesta internacional. Fuera del Viejo Continente, Renault creció un 16,3%, con especial protagonismo en mercados como India, donde ha tomado el control completo de su filial conjunta con Nissan.
En Europa, Renault conserva su medalla de plata detrás de Volkswagen, con una cuota de mercado del 6,7% y un incremento del 8,4% en las ventas de turismos. La electrificación es, sin duda, uno de los pilares de este crecimiento: las ventas de modelos electrificados se han disparado un 57%, con el nuevo Renault 5 eléctrico como estandarte. Desde su llegada al mercado, este urbano 100% eléctrico ha logrado 49.000 matriculaciones en el continente. En total, la marca ha vendido 63.800 vehículos eléctricos y ha conseguido que el 59% de sus turismos vendidos sean híbridos o eléctricos.
En híbridos, la producción española tiene un papel destacado. Las plantas de Palencia y Valladolid abastecen buena parte de la demanda europea con modelos como el SUV Symbioz, lanzado en 2024 y que ya acumula 59.000 unidades. En total, los híbridos full hybrid de Renault alcanzan las 162.300 unidades, un 36% más interanual.
Los comerciales, el talón de Aquiles
No obstante, no todo en Renault son cifras ascendentes. La división de vehículos comerciales ha sufrido un severo correctivo con una caída del 30% en Europa. La marca atribuye este descenso a dos factores: el retroceso general del mercado de furgonetas en el continente y la falta de una gama completa del modelo Master, una de sus principales bazas en este segmento.
Este retroceso no es menor: el mercado de los vehículos comerciales representa un importante colchón para los fabricantes europeos, y su debilidad está obligando a Renault a revisar sus proyecciones para el conjunto del año. El reciente profit warning lanzado por la matriz del grupo ya adelantaba este cambio de perspectiva.

Dacia frena en seco y mira a Oriente
El caso de Dacia comienza a preocupar en el grupo. Acostumbrada a ser el motor de crecimiento rentable de Renault gracias a su gama asequible, la firma rumana cerró el primer semestre con una bajada global del 0,7% en sus ventas, hasta las 356.084 unidades. Detrás de este descenso, según fuentes de la compañía, se encuentra la pérdida de impulso en algunos mercados clave como Turquía, donde el Duster ha pasado a venderse bajo el emblema de Renault.
“El objetivo ahora es mantenernos fuertes en Europa Occidental y sostener nuestro liderazgo en Europa del Este”, explicó Frank Marotte, director de marketing y ventas globales de Dacia. En ese equilibrio complicado se mueve una marca que ha visto cómo el Sandero —habitual número uno en España y Europa en ventas particulares— ha perdido un 7,8% de matriculaciones, con 151.948 unidades.
El Jogger, otro de los pilares de la gama, cae un 16,8%, y el Duster retrocede un 4,5%. La excepción positiva ha sido el Spring, el pequeño eléctrico urbano, cuyas ventas han crecido un 65% hasta las 19.452 unidades. Un indicio de que, incluso en el segmento low cost, la electrificación gana tracción.
España tira del carro… con dudas sobre el Moves
En el mercado español, Renault y Dacia registran crecimientos sólidos. Renault ha vendido en el primer semestre 57.244 vehículos, un 17% más interanual, y ha llegado a liderar el mercado en dos ocasiones. Su cuota actual es del 8,1%. El verdadero salto, sin embargo, ha sido en eléctricos: la firma ha multiplicado por seis sus ventas, con un alza del 458%.
No obstante, el futuro inmediato presenta nubarrones. Jesús Boveda, director general interino de Renault España, alertó durante la presentación de resultados del impacto que podría tener el agotamiento de los fondos del Plan Moves III en varias comunidades autónomas. “Si no hay ayudas, el mercado eléctrico se va a reducir. Lo hemos visto en enero y febrero, cuando nuestras ventas cayeron a la mitad”, aseguró. Según Boveda, si el Gobierno no amplía el plan de incentivos, “otras marcas se verán incluso más penalizadas”.
Renault también ha sufrido en España el mismo revés que en Europa con sus comerciales: un desplome del 31,3% en las ventas de furgonetas, hasta las 12.054 unidades. De nuevo, la escasa variedad en la gama Master y la fuerte comparativa con un primer semestre de 2024 muy positivo explican esta caída.
Dacia aguanta en el canal particular
Por su parte, Dacia mantiene una notable fortaleza en el canal particular español. Con una cuota del 9,6% y 24.535 unidades matriculadas, la marca se consolida en la segunda posición de este segmento, y gana medio punto porcentual respecto al año pasado. Aunque el crecimiento es más moderado que el de Renault, la marca rumana sigue siendo una de las opciones favoritas entre los compradores particulares, gracias a su política de precios contenidos y su posicionamiento práctico.
En definitiva, Renault avanza con paso firme gracias a su estrategia de electrificación y expansión global, mientras Dacia comienza a acusar los síntomas de un mercado más competitivo. La incertidumbre en torno al Moves y la caída en vehículos comerciales obligan a la compañía a ser prudente de cara al cierre del ejercicio. Europa sigue siendo un bastión, pero el reto del grupo francés está en no tropezar en casa mientras pisa fuerte fuera.

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