En un contexto global marcado por la incertidumbre económica, la presión regulatoria y la caída de la demanda en mercados clave, Stellantis ha cerrado el primer semestre de 2025 con una caída del 13% en sus ingresos. Pero lejos de atrincherarse, el gigante automovilístico ha optado por mover ficha: nuevo CEO, nuevo equipo directivo y una ofensiva comercial que busca recuperar el terreno perdido. La compañía no esconde las dificultades, pero tampoco renuncia a la remontada.

Stellantis ha cerrado el primer semestre de 2025 con una caída del 13% en sus ingresos netos, hasta los 74.300 millones de euros. Un dato que, por sí solo, podría hacer saltar las alarmas. Sin embargo, la compañía no se resigna a que este sea un año perdido.
Al contrario: está en plena transformación, con un nuevo liderazgo, una batería de lanzamientos estratégicos y señales de recuperación que empiezan a asomar entre las grietas del contexto adverso.
El golpe ha venido, sobre todo, desde América del Norte y Europa, donde el mercado de vehículos comerciales ligeros sigue en horas bajas. A esto se suman los efectos del tipo de cambio, los aranceles y una presión regulatoria creciente. Pero no todo son sombras: América del Sur ha dado oxígeno, y la compañía ya habla de una mejora gradual respecto al segundo semestre de 2024.
Filosa toma el timón con un mensaje claro
El pasado 23 de junio, Antonio Filosa asumió oficialmente el cargo de CEO de Stellantis. Y lo ha hecho con una hoja de ruta clara y un mensaje directo a empleados, inversores y al mercado: “Mis primeras semanas como CEO han reforzado mi profunda creencia de que arreglaremos lo que está mal en Stellantis capitalizando todo lo que está bien en Stellantis”, afirmó.
Filosa no ha tardado en mover ficha. Ha conformado un nuevo equipo directivo con perfiles de alto rendimiento, muchos de ellos promocionados internamente, y con una misión clara: tomar decisiones difíciles para recuperar el crecimiento rentable.
“2025 está demostrando ser un año difícil, pero también un año de mejora gradual. Se pueden ver signos tangibles de progreso al comparar el primer semestre de 2025 con el segundo semestre de 2024, con un aumento en los volúmenes, los ingresos netos y el AOI, pese a los factores externos adversos cada vez más fuertes”, subraya el directivo.
Una ofensiva comercial con sabor a remontada
La estrategia de recuperación ya está en marcha. En los primeros seis meses del año, Stellantis ha lanzado cuatro nuevos modelos clave: Citroën C3 Aircross, Fiat Grande Panda, Opel Frontera y Ram ProMaster Cargo BEV. También ha actualizado pesos pesados como los Ram 2500 y 3500 Heavy Duty, Citroën C4/C4X y Opel Mokka.
El resultado: 127 puntos básicos más de cuota de mercado en EU30 respecto al segundo semestre de 2024 y una mejora notable en las carteras de pedidos en América del Norte.
Y esto es solo el principio. Para la segunda mitad del año, la compañía tiene previsto lanzar 10 nuevos modelos, incluyendo tres vehículos de la plataforma STLA Medium: Jeep Compass, Citroën C5 Aircross y DS Nº8, que se suman a los ya presentados Peugeot 3008, 5008 y Opel Grandland.
Además, Stellantis tira de nostalgia y músculo con el regreso del motor HEMI® V-8 de 5.7 litros en el Ram 1500 2026, y la vuelta a la producción del Jeep Cherokee híbrido y el Dodge Charger SIXPACK. También se incorpora el nuevo Charger Daytona de cuatro puertas.
Peugeot ha aprovechado el escaparate de las 24 Horas de Le Mans para anunciar el regreso de su icónica saga GTi con el nuevo 208 GTi, mientras que Fiat ha lanzado en Argentina el Titano pickup, fabricado en Córdoba con nuevo motor y transmisión.
Aranceles y previsión: el frente comercial sigue abierto
En el frente regulatorio, Stellantis ha actualizado su previsión del impacto neto de los aranceles para 2025, que se eleva a 1.500 millones de euros, de los cuales 300 millones ya se han registrado en el primer semestre. La compañía mantiene un diálogo activo con las autoridades y trabaja en escenarios a largo plazo.
Pese a todo, Stellantis ha restablecido su previsión financiera para el segundo semestre con cierto optimismo: espera aumentar sus ingresos netos, lograr una rentabilidad AOI de un solo dígito y mejorar su flujo de caja industrial, siempre que se mantengan las condiciones comerciales actuales.

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