El coche ‘Made in China’ ha dejado de ser una rareza en las carreteras españolas. Lo que comenzó como un goteo tímido en los concesionarios, ahora se ha convertido en un torrente en el mercado de segunda mano. El interés por estos vehículos se ha disparado un 66% en solo seis meses, impulsado por una combinación de precios agresivos y una oferta creciente.

El dominio de las marcas tradicionales en España está en jaque. Mientras el mercado de coches nuevos asiste a una silenciosa revolución, el de segunda mano confirma la tendencia: el interés por los vehículos de origen chino se ha disparado un 66% en apenas seis meses, con marcas como BYD y MG a la cabeza, atrayendo a un nuevo perfil de comprador que busca una combinación letal de precio, tecnología y fiabilidad.
El panorama del sector automovilístico español está cambiando a una velocidad vertiginosa, y el principal motor de este cambio es el imparable auge de las marcas chinas. Tradicionalmente relegadas a un segundo plano, estas firmas están ganando la partida en todos los frentes, y el mercado de ocasión se ha convertido en el mejor termómetro de este fenómeno.
Según un informe de coches.net, el interés por los vehículos chinos de segunda mano ha crecido un 66% en el primer semestre de 2025 respecto al año anterior. Este dato no es un simple capricho de las tendencias, sino el reflejo de una nueva realidad: el 71% de los potenciales compradores de coches ya considera una marca china como una opción seria y viable.
¿Qué marcas lideran la revolución?
La ofensiva asiática está encabezada por un grupo de marcas que han logrado conquistar la confianza de los consumidores españoles. MG, con su herencia británica, se lleva la palma, acaparando el 48% de las búsquedas. Le siguen de cerca Lynk & CO (17%), BYD (11%) y Omoda (11%). Juntas, estas cuatro marcas concentran el 87% del interés en el mercado de ocasión, demostrando una clara concentración de poder y una estrategia de marketing efectiva.
El caso de BYD es especialmente notable. En solo un año, las búsquedas de esta marca de vehículos eléctricos se han multiplicado por once, un espectacular 1.080%. Pero no es la única que crece a ritmos de vértigo. Otras marcas como Skywell (+567%) o Seres (+344%) también experimentan un ascenso imparable, indicando que el interés no se limita a unos pocos nombres, sino que es un fenómeno generalizado.
El precio, la clave del éxito
El factor decisivo en esta ecuación es, sin duda, el precio. Los coches de segunda mano de origen chino se han ofertado durante la primera mitad del año a un precio medio de 21.334 euros, un 5,5% más bajo que en 2024. Este ajuste a la baja es un movimiento estratégico para seducir a un comprador que, en un contexto económico de incertidumbre, valora más que nunca la competitividad.
Firmas como Seres han rebajado sus precios hasta un 35,3%, mientras que Aiways lo ha hecho un 16,5% y Lynk & CO un 9,7%. Estas agresivas políticas de precios están permitiendo a los fabricantes chinos penetrar en el mercado español con una fuerza inusitada. Por otro lado, el ligero incremento en los precios de BYD o Omoda podría sugerir que estas marcas ya gozan de una reputación que les permite vender a un valor más alto.
En definitiva, la revolución automovilística china ya no es una promesa, sino una realidad. El mercado de ocasión ha abierto sus puertas a una nueva era donde la calidad, la tecnología y, sobre todo, un precio inigualable, están redefiniendo las reglas del juego. Y parece que este es solo el principio de una batalla por el dominio del asfalto español.

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