El coste por hora multiplica por siete el que se paga en Madrid, una de las capitales más baratas de España para estacionar un vehículo electrificado.

Barcelona se consolida como la ciudad más cara de España para aparcar en la calle un vehículo con distintivo ECO o CERO. El precio alcanza los 2,25 euros por hora, frente a los 0,30 euros que se pagan en Madrid, lo que supone que estacionar en la capital catalana resulta hasta un 650% más caro que hacerlo en la capital del país.
Así se desprende de un estudio realizado por Bipi, compañía de suscripción de vehículos del Grupo Renault, en el que se ha analizado el precio del estacionamiento regulado de las 20 ciudades con mayor población de España.
En el ranking de ciudades con tarifas más elevadas le sigue Vitoria, con 2,15 euros por hora, y Palma de Mallorca, con 1,45 euros. En estas dos últimas, además, no existen bonificaciones para los vehículos eléctricos puros, lo que las convierte en urbes especialmente poco favorables para quienes optan por una movilidad sin emisiones.
En el extremo contrario se encuentra L’Hospitalet de Llobregat, donde la última ordenanza municipal aprobada en 2025 exime del pago a todos los coches con etiqueta ECO o CERO. Madrid también aparece entre las ciudades más ventajosas: los híbridos abonan 0,30 euros por hora, mientras que los eléctricos disfrutan de estacionamiento gratuito sin limitación de tiempo. Una situación similar se da en Las Palmas de Gran Canaria, con 0,65 euros la hora para los híbridos y gratuidad total para los eléctricos.
La disparidad de precios entre municipios es significativa. Mientras en lugares como Barcelona o Vitoria los conductores de vehículos sostenibles pagan tarifas superiores a los dos euros por hora, en otras grandes capitales como Madrid, Valencia, Sevilla o Málaga el estacionamiento regulado para coches eléctricos es gratuito.
El mapa resultante refleja así una política muy desigual en función de cada ayuntamiento: en unas ciudades se premia de forma clara la movilidad limpia con exenciones totales, mientras que en otras se penaliza con precios que superan con creces la media nacional.

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