
Las grandes marcas del automóvil estadounidense viven un renacer bajo la nueva política industrial de la Casa Blanca. Ford y General Motors han cerrado el tercer trimestre con subidas de ventas superiores al 8%, encadenando récords tanto en vehículos de combustión como en eléctricos e híbridos. El proteccionismo económico de Donald Trump, unido a la fidelidad del consumidor local y a una estrategia de producto que combina tradición y electrificación, ha devuelto a estas compañías un protagonismo que no alcanzaban desde hace una década.
El sector del automóvil en Estados Unidos vive un momento de euforia. Tras varios años de incertidumbre en torno a la transición energética, las tensiones comerciales con China y el debate sobre el futuro de los combustibles fósiles, las dos grandes marcas históricas del país, Ford y General Motors, están experimentando un repunte de ventas que no se veía en más de una década. Una tendencia que muchos analistas vinculan con el nuevo rumbo político impulsado por Donald Trump, en el que el proteccionismo, la apuesta por la industria nacional y una regulación más flexible en materia medioambiental están marcando la pauta.
(más…)