
Las matriculaciones crecieron un 5,8% en octubre y consolidan un tímido repunte en la Unión Europea, aunque el sector sigue lejos de los volúmenes previos a la pandemia. Con la gasolina y el diésel en caída libre, los híbridos y eléctricos impulsan el mercado mientras BYD desafía el liderazgo tradicional de los fabricantes europeos. El cierre de 2025 se perfila incierto, marcado por la presión de precios, la competencia china y una transición tecnológica que avanza sin pausa, pero no sin turbulencias.
Las matriculaciones de vehículos nuevos en la Unión Europea crecieron un 5,8% en octubre y superaron las 916.000 unidades, un dato que invita al optimismo tras meses de inestabilidad. Sin embargo, la recuperación sigue siendo frágil: el volumen acumulado en los diez primeros meses del año apenas sube un 1,4% y continúa lejos de los niveles previos a la pandemia. Con un mercado cada vez más fragmentado y una transición tecnológica que avanza a distintas velocidades, el cierre de 2025 se dibuja como un examen crucial para la industria del automóvil.
El despegue eléctrico sigue, pero el ritmo cambia
El avance de los eléctricos puros vuelve a ser palpable. Su cuota se sitúa ya en el 16,4% del mercado europeo —3,2 puntos más que hace un año— con más de 1,47 millones de unidades y un crecimiento interanual del 25,7%. Son las cifras más sólidas en un contexto de fuerte competencia interna y presión regulatoria.
Pero más allá de los eléctricos puros, el verdadero músculo del mercado está en los híbridos no enchufables. Con una cuota del 34,65% y un crecimiento del 15,6%, se consolidan como la opción preferida para el comprador medio europeo, que sigue valorando la eficiencia sin renunciar a la recarga tradicional. En paralelo, los híbridos enchufables viven un renacer inesperado: sus matriculaciones crecen hasta las 819.000 unidades, impulsados por el espectacular rebote de países como España (+109,6%), Italia (+76,5%) y Alemania (+63,4%). Ya representan el 9,1% del mercado, frente al 7% del año pasado.
Estos datos reflejan un escenario en el que Europa avanza hacia la electrificación, pero no necesariamente al ritmo ni con el reparto que la industria o los reguladores habían previsto. La coexistencia de tecnologías será más larga de lo anticipado.
Gasolina y diésel: la caída que marcará un cambio de era
La erosión de las mecánicas tradicionales es ya estructural. La cuota conjunta de gasolina y diésel cae al 36,6%, frente al 46,3% del año pasado. En gasolina, el desplome es notable: un -18,3% hasta octubre, con Francia liderando el retroceso (-32,3%) seguida de Alemania (-22,5%), Italia (-16,9%) y España (-13,7%). El diésel, condenado de facto por la regulación europea y las restricciones urbanas, retrocede aún más (-24,5%) y se queda en una cuota del 9,2%.
El final de ciclo para los combustibles fósiles, aunque lento, es inexorable. El gran interrogante es si la industria tendrá capacidad para compensar esa caída con volúmenes suficientes de electrificados en un entorno económico incierto.
BYD crece sin freno y supera a Tesla: la batalla por la nueva hegemonía eléctrica
La irrupción de BYD continúa siendo el fenómeno más disruptivo del mercado europeo. La marca china vuelve a superar a Tesla por cuarto mes consecutivo con 13.350 matriculaciones en octubre, lo que supone un salto del 195% interanual. En el acumulado del año, BYD crece un 240% y alcanza las 94.216 unidades, situándose ya en un 1% de cuota total y en el 4% del mercado electrificado.
El ascenso de la marca china resulta aún más relevante porque se produce en paralelo a la brusca caída de Tesla. La firma estadounidense vende un 48% menos en octubre y acumula un descenso del 40% en los primeros diez meses del año. Su cuota desciende del 2,2% al 1,3% y, aunque sigue por delante en volumen total anual (117.000 unidades), su hegemonía se erosiona con rapidez.
La fotografía es clara: mientras Tesla se enfrenta a una oferta más diversificada, precios menos competitivos y retrasos en lanzamientos clave, BYD continúa escalando apoyada en su capacidad industrial, su política agresiva de precios y un posicionamiento cada vez más sólido en el continente.

MG, la otra embajadora china que pisa fuerte
El liderazgo chino no se limita a BYD. SAIC Motor, propietario de MG, consolida un crecimiento notable: +56% en octubre y +39% en el acumulado, con 173.910 matriculaciones entre enero y octubre. MG ya vende más que Nissan, Suzuki o Mazda en Europa, una señal inquietante para los fabricantes asiáticos tradicionales que parecen haber perdido tracción frente a la nueva ola tecnológica procedente de China.
El avance chino no solo refleja competitividad en precios, sino una oferta cada vez más madura en diseño, autonomía y calidad percibida, un cóctel que está seduciendo al cliente europeo que busca electrificación sin grandes desembolsos.
Volkswagen resiste, Stellantis se frena y Renault se acelera
Entre los fabricantes europeos, el Grupo Volkswagen mantiene su liderazgo con 105.408 unidades en octubre (+5,9%) y 2,47 millones en el acumulado (+5,1%). Dentro de su portfolio, destaca el empuje de Cupra: crece un 22,3% en octubre y un 39% en lo que va de año, confirmando que su posicionamiento entre lo deportivo y lo premium sigue funcionando.
Stellantis firma un +6,6% en octubre, pero su acumulado cae un 6% y se queda en 1,4 millones de matriculaciones. El grupo sufre especialmente en segmentos donde la competencia china está irrumpiendo con fuerza.
Renault, por su parte, es la que mejor acelera entre las europeas: crece un 10% en octubre y un 7% en el total del año, con un millón de unidades. Dacia sigue siendo su joya rentable con casi 440.000 matriculaciones (+5,9%) y Alpine protagoniza el salto más espectacular (+121%), un dato simbólico pero significativo para su reposicionamiento deportivo.
¿Cómo acabará 2025? Un cierre con luces y sombras
Todo apunta a que el año cerrará con un crecimiento moderado de entre el 1% y el 2%, en línea con la tendencia del acumulado. No habrá un rebote espectacular, pero tampoco un frenazo. La demanda se mantiene contenida, condicionada por la inflación, el coste de financiación y la incertidumbre regulatoria, pero la transición hacia modelos electrificados seguirá sosteniendo el mercado.
La clave del último trimestre estará en tres factores:
- La presión de precios, especialmente por parte de fabricantes chinos, que obligará a los europeos a ajustar márgenes.
- La progresiva desaparición del motor térmico, que acelerará la sustitución del parque automovilístico.
- La guerra comercial latente, ya que cualquier movimiento en los aranceles europeos podría alterar drásticamente el precio de los eléctricos importados.
2025 quedará así como un año de transición real: ni de explosión eléctrica ni de hundimiento térmico. Un puente hacia un mercado más competitivo, más diverso y con nuevos actores reclamando protagonismo. Y, sobre todo, un año en el que Europa comienza a asumir que su hegemonía histórica en el automóvil ya no está garantizada.

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