
La marca checa encara 2025 con un nuevo récord de matriculaciones y una rentabilidad que la sitúa como la enseña más fuerte del consorcio alemán. España emerge como uno de sus mercados clave justo en el año en que Volkswagen Navarra producirá el primer Škoda fabricado en nuestro país.
Škoda atraviesa uno de los momentos más dulces de su historia. La marca checa, tradicionalmente vista como la opción racional dentro del Grupo Volkswagen, se ha convertido en una pieza clave para el consorcio alemán y España es uno de los mercados donde esa transformación se aprecia con más claridad. La filial española cerrará 2025 con un nuevo récord: unas 40.000 matriculaciones, lo que supone crecer un 10,2% respecto a 2024 y encadenar su tercer máximo histórico consecutivo. Un ritmo que pocas marcas europeas pueden exhibir en un mercado tan competitivo.
El director general de la firma en España, Fidel Jiménez de Parga, lo sintetiza con una frase que funciona casi como una declaración de intenciones: “Después de 130 años, Škoda vive el mejor momento de su historia”. Una afirmación que, vista en perspectiva, no es una exageración. La marca ha escalado posiciones en ventas, en imagen y, sobre todo, en rentabilidad, hasta el punto de situarse como la enseña más rentable de todo el Grupo Volkswagen. Un dato que dentro de un gigante con nombres como Audi, Porsche o Volkswagen adquiere una dimensión enorme.
La joya discreta del Grupo Volkswagen
En un encuentro con periodistas, Jiménez de Parga insistió en que Škoda está logrando “prácticamente los mejores resultados de una marca europea en el continente”. No es solo una cuestión comercial: el grupo alemán ha encontrado en Škoda una estructura eficiente, con modelos que combinan precio, calidad y tecnología, y con una red que trabaja con márgenes envidiables. España es uno de los países donde mejor se observa ese crecimiento, hasta el punto de que el mercado español se ha convertido en una prioridad estratégica.
Solo en los diez primeros meses del año, las matriculaciones crecieron más de un 21%, superando las 35.500 unidades. Un comportamiento muy superior al del conjunto del mercado, que avanzó a un ritmo del 15%. Esa diferencia ha permitido a Škoda acercarse ya a una cuota del 4%, una marca relevante para una firma que todavía arrastra un cierto “déficit” en el canal de particulares, donde las marcas asiáticas han irrumpido con fuerza.
Jiménez de Parga reconoce el desafío, pero asegura que la compañía trabaja para equilibrar la balanza: “Ponemos el foco en crecer en el mercado particular para aumentar la solidez de la marca”, señala. Un movimiento clave si quieren cumplir su objetivo a medio plazo: consolidarse entre las diez marcas más vendidas de España.

La ofensiva electrificada y un 2025 decisivo
Otro de los pilares del impulso de Škoda en España es su gama electrificada, cuyos resultados calificó de “magníficos”. Las ventas de eléctricos e híbridos enchufables se han multiplicado por tres en lo que va de año y ya representan una parte notable de la actividad comercial. Para 2025, la previsión es que supongan el 10% de las ventas totales, un hito simbólico para una marca que quiere ser identificada como un actor relevante en la transición energética.
Y 2025 traerá un acontecimiento histórico para España y para el Grupo Volkswagen: la producción del Škoda Epiq en la planta de Volkswagen Navarra. Será el primer modelo Škoda fabricado en España, un gesto que reafirma el peso creciente de la marca dentro del consorcio. Con más de 400 kilómetros de autonomía, 475 litros de maletero y un precio cercano a los 25.000 euros, Jiménez de Parga está convencido de que se convertirá en “otro superventas de Škoda”.
La apuesta por el vehículo eléctrico, sin embargo, necesita del empuje institucional. El ejecutivo insistió en la importancia de las ayudas del Plan Moves, y reivindicó un modelo “más práctico, sencillo y directo”, en línea con el de otros países europeos. España, recalcó, arrastra un parque móvil “antiguo, inseguro y contaminante”, por lo que considera urgente un plan de renovación más ambicioso.
Renting, empresa y vehículo de ocasión: los otros motores del éxito
La expansión de Škoda no se limita al mercado particular. Donde realmente ha construido una posición fuerte es en empresas y renting, donde ya roza una cuota del 6%. El canal corporativo se ha convertido en uno de los grandes aliados de la marca, especialmente gracias a su reputación de fiabilidad y coste contenido.
Otro vector de crecimiento será el vehículo de ocasión. La marca ultima el lanzamiento de Škoda Plus, un programa con el que esperan duplicar las ventas de usados, aprovechando la creciente demanda de seminuevos certificados. La estrategia global incluye también consolidar la red comercial, ampliando los actuales 105 puntos de venta a 125 en los próximos años.
La rentabilidad de esa red es otro de los indicadores que muestran el momento de madurez de Škoda: se situará este año en torno al 2,5%, un punto por encima de la media del sector. Una cifra que, según el directivo, confirma “la solidez del modelo de negocio”.
En Europa, una ascensión imparable
La influencia de Škoda no se limita a España. En el contexto continental, la marca vive una escalada prácticamente sin precedentes: se ha consolidado como la tercera marca más vendida en Europa en lo que va de año y en octubre llegó incluso a ocupar la segunda posición. Su eléctrico Elroq ha sido durante varios meses el más vendido de Europa, un síntoma de que la firma checa ya no compite solo por precio, sino también por tecnología y diseño.
La hoja de ruta internacional apunta ahora al sudeste asiático, con especial interés en Vietnam, India y Arabia Saudí. Regiones donde el Grupo Volkswagen quiere reforzar su presencia y donde Škoda será uno de los estandartes de esa expansión gracias a su flexibilidad industrial y su identidad europea.
La marca que da equilibrio al grupo
La rentabilidad, el crecimiento sostenido, la producción en España, la electrificación y la expansión internacional dibujan un panorama difícil de imaginar hace apenas una década. Škoda, vista durante años como “la marca práctica” del grupo, es hoy el pilar silencioso que equilibra las cuentas del gigante Volkswagen, aportando volumen, márgenes y estabilidad.
Y España será un protagonista destacado de ese proceso. De momento, 2025 ya se vislumbra como otro año de récord para la marca checa. Y si algo ha demostrado Škoda en su historia reciente es que cada récord suele ser solo el paso previo al siguiente.

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