
El mercado automovilístico español ha consolidado en 2025 su mayor salto hacia la electrificación, con más de 200.000 vehículos electrificados vendidos hasta noviembre y un mes que marca un hito histórico: por primera vez, los eléctricos puros e híbridos enchufables superan en ventas a los gasolina y diésel. Con una cuota del 20,8% en noviembre y un 19,29% en el acumulado anual, las previsiones para 2026 apuntan a un crecimiento sostenido que podría situar a los modelos de cero emisiones en torno a una cuarta parte del mercado total.
La transición hacia el vehículo eléctrico en España acaba de firmar su mes más convincente. Las matriculaciones de noviembre no solo muestran un crecimiento contundente, sino que dibujan un escenario inédito: por primera vez, los vehículos electrificados —eléctricos puros e híbridos enchufables— superan en ventas a los gasolina y diésel. Un hito que confirma que el mercado, empujado por la oferta, la tecnología y los cambios regulatorios, avanza hacia un nuevo paradigma.
Un noviembre de récord
Noviembre cerró con 23.367 nuevas matriculaciones de vehículos electrificados, lo que supone un incremento del 103,8% respecto al mismo mes del año anterior. Un ritmo de crecimiento que no se había visto en la última década y que desborda cualquier previsión realizada por el sector a principios de 2024, en un contexto marcado por la retirada parcial de ayudas como el MOVES y por la incertidumbre económica.
El salto no es coyuntural: el acumulado entre enero y noviembre apunta en la misma dirección. En lo que va de año, los eléctricos puros y los híbridos enchufables alcanzan las 219.583 unidades vendidas, una cifra que consolida un nuevo estándar en el mercado y que demuestra que la electrificación ha dejado de ser complementaria para convertirse en un pilar central del sector automovilístico español.
Uno de cada cinco coches ya es electrificado
La cifra más simbólica quizá sea la cuota de mercado: el 20,8% de las ventas corresponde ya a modelos electrificados, lo que implica que uno de cada cinco coches nuevos en España no tiene un motor exclusivamente térmico. Por primera vez en la historia reciente, esta categoría supera a los vehículos gasolina y diésel en un mes concreto, un dato que ilustra de forma evidente la magnitud del cambio.
La tendencia anual sigue la misma estela. En el conjunto de 2024, los turismos electrificados acumulan 201.750 unidades, con una cuota del 19,29% del mercado total. Aunque ligeramente por debajo del explosivo dato mensual, esta proporción confirma que el despegue no es estacional ni fruto de operaciones puntuales de flotas, sino una evolución sostenida.
¿Qué explica este crecimiento?
La progresión de noviembre no puede entenderse sin analizar varios factores que han convergido de forma simultánea.
1. Más oferta y precios más ajustados
Los fabricantes han lanzado en los últimos meses una oleada de modelos eléctricos situados por debajo de los 30.000 euros, algo impensable hace apenas dos años. La llegada de marcas asiáticas también ha tensionado los precios, obligando a los grandes grupos europeos a reposicionar modelos y a ofrecer descuentos más agresivos.
2. Mejor autonomía y más infraestructura
La barrera psicológica de los 400 kilómetros de autonomía es ya habitual incluso en modelos de acceso. Al mismo tiempo, la red de puntos de carga rápida se ha acelerado en la segunda mitad del año gracias a inversiones privadas y a una mayor presión institucional. Aunque España sigue lejos de la media europea, la sensación de “inseguridad energética” empieza a reducirse.
3. Un cliente más informado y menos escéptico
La electrificación ha madurado. Los consumidores conocen mejor los costes de uso, comprenden las ventajas en mantenimiento y empiezan a valorar el impacto de las restricciones de movilidad en ciudades como Madrid o Barcelona, donde disponer de etiqueta CERO se ha convertido en un argumento decisivo.
4. Las empresas tiran del mercado
El canal de empresa y renting continúa siendo el gran motor: más del 60% de los electrificados matriculados en noviembre proceden de estos segmentos. La renovación de flotas, la presión por reducir emisiones corporativas y las ventajas fiscales explican este comportamiento.
El sorpasso que marca una era
Que los electrificados hayan superado en ventas a gasolina y diésel en un mes aislado no significa que la tendencia vaya a mantenerse de forma inmediata, pero sí marca una frontera simbólica. La electrificación ya no es el futuro: es presente y, cada vez más, norma dominante.
Durante años, el diésel fue el rey indiscutible del mercado español. Después, el gasolina tomó el relevo ante la incertidumbre regulatoria. Pero el cambio actual es de naturaleza distinta: no es una sustitución entre tecnologías térmicas, sino la entrada a un ciclo completamente nuevo, impulsado por políticas de descarbonización europeas y por un desarrollo industrial sin precedentes.
Por modelos eléctricos, en el acumulado del año, Tesla suma 8.985 matriculaciones de su Model 3, lo que supone un crecimiento del 4,5%. El Kia EV3 (5.262 unidades), es el segundo modelo más vendido, por delante del Tesla Model Y que acumula 5.177. Por debajo de las 4.000 matriculaciones y dentro del ‘top 5’ se encuentran el Renault R5 (3.919) y el BYD Dolphin Surf (3.484).
En lo que se refiere al acumulado de ventas de híbridos enchufables entre enero y noviembre, el BYD Seal U DM-i se mantiene en primera posición, con 8.394 unidades, seguido del Toyota C-HR, que lleva registradas 7.814 matriculaciones (+333% en términos interanuales), mientras que el MG HS PHEV se acomoda en tercer lugar con 7.623 entregas (+565%). Los buenos datos del mes hacen al Ford Kuga asentarse en el cuarto lugar, con 6.408 ventas (+96%), por delante del Mercedes GLC, con 5.779 matriculaciones hasta la fecha (+26%).
Un reto para la industria española
El peso creciente del eléctrico plantea oportunidades, pero también tensiones. España aspira a posicionarse como un actor clave en la fabricación de vehículos electrificados, con proyectos como la gigafactoría de Sagunto o la transformación industrial de Martorell. Sin embargo, el ritmo del mercado exigirá una adaptación de proveedores, plantas y trabajadores para evitar desajustes.
Al mismo tiempo, la incertidumbre regulatoria —con la posible reformulación del MOVES y los permisos para nuevas infraestructuras— sigue siendo un lastre. Las asociaciones del sector reclaman estabilidad y un marco fiscal que incentive tanto la compra como la instalación de puntos de carga.
Mirando a 2025: ¿se consolidará el liderazgo?
Si la progresión de noviembre se mantuviera, los electrificados podrían cerrar 2024 muy cerca de las 230.000 unidades y adentrarse en 2025 con una cuota más próxima al 25% que al 20%. Sin embargo, la sostenibilidad de este ritmo dependerá en buena medida de:
- La evolución económica y la confianza del consumidor.
- La continuidad de incentivos, especialmente para particulares.
- La disponibilidad de modelos asequibles, un punto clave para que el eléctrico deje de ser percibido como un producto premium.
- El despliegue de infraestructura, especialmente en zonas rurales y corredores logísticos.
Un antes y un después
Las matriculaciones de noviembre no son un dato aislado: son el punto de inflexión que confirma que España ha entrado en la fase decisiva de la electrificación. Con más de 200.000 vehículos electrificados vendidos en lo que va de año y un mercado que ya otorga a esta tecnología una quinta parte de las matriculaciones, el motor de combustión encara una retirada progresiva.
Para la industria, el desafío consiste ahora en liderar este cambio sin dejar a nadie atrás. Y para el consumidor, la electrificación deja de ser una apuesta arriesgada para convertirse en una alternativa cada vez más lógica. El nuevo mapa de la movilidad ya está aquí.

Deja un comentario