La verdad es que es difícil quedarse sólo con una de las seis generaciones del compacto más mítico de todos los tiempos. Desde el inigualable GTI de la serie I, el Padre de toda una clase de automóviles que hoy levantan pasiones hasta el Golf serie V que retomó sus orígenes por los cuernos y cargó su ADN con adrenalina de la que crea adicción siempre ha habido una versión en cualquiera de las series que merecía la pena comprar con el corazón, la cabeza y con todos los sentidos.
Ahora me viene al pelo sin embargo la serie III y ese GTD que supuso toda una revolución al mezclar en el mismo «tarro» las esencias de un GTI con las virtudes de un diésel, llevando en la siguiente generación este concepto al extremo al llamar GTI a un coche propulsado por gasóleo… No era sin embargo lo mismo. Pues bien, en esta sexta generación la cosa vuelve por sus fueros y se retoma la denominación GTD, mucho más apropiada y sin pretensiones que le vengan grandes. Un superventas de hecho y por derecho, y si no al tiempo. Os dejo que lo veáis con vuestros propios ojos. ¡Buen fin de semana!
Se ve que hay ocasiones en las que los engranajes de la diplomacia dan sus frutos, y en este caso tenemos que aplaudir desde aquí a Miguel Sebastián por sus labores al frente del Ministerio de Industria, ya que tras sus reuniones con Martin WinterKorn, presidente del grupo Volkswagen, que es dueño de Audi, hoy podemos decir con orgullo que la producción del futuro Audi Q3 se queda en Martorell. Se salvan con ello 1.500 puestos de trabajo con una congelación salarial de sólo un año frente a los dos que pedían los alemanes.
El contrato ha sido adjudicado hoy a la planta que SEAT tiene en esta zona de Cataluña, y el inicio de la producción está previsto para el año 2011, con una capacidad de fabricación anual de hasta 80.000 unidades. El total de las inversiones se eleva a unos 300 millones de euros, de los que 100 millones serán aportados por nuestro gobierno para sufragar los gastos de la adaptación de la planta para su producción.
La producción en Martorell viene a ampliar el “portfolio” de plantas de producción de AUDI AG. La empresa fabrica automóviles Audi en las plantas alemanas de Ingolstadt y Neckarsulm, así como en Hungría, Bélgica, Eslovaquia, India y China. Como SUV (Sport Utility Vehicle) pequeño y deportivo, el Audi Q3 se une a la familia compuesta por el Audi Q5 (producción en Ingolstadt) y el Audi Q7 (producción en Bratislava). Se trata de un coche de cinco puertas y estilo coupé, con auténticas características SUV en cuanto a posición de asiento, tamaño de ruedas y altura libre sobre el suelo, caracterizado por que debe proporcionar una experiencia de conducción muy deportiva. ¡Bravo!
¿Qué poquito más hace falta decir no? Estamos ante el que probablemente sea el mejor compacto deportivo de la historia, ante un coche que parece sacado directamente de los rallyes para proporcionar diversión sin límites, ante una máquina capaz de plantar cara a todo un Porsche CaymanS o salir airoso de un enfrentamiento con un Nissan 370Z, y todo por un precio insuperable, con cuatro plazas reales y un gran maletero, se puede pedir más? Sí, por favor que sea azul. Buen semana desde Chicago.
P.D: Voy a estar dos semanas internado en un curso en Chicago a -10 grados centigrados, así que confío en que me permitáis que baje mi ritmo de publicación. ¡Muchas gracias por vuestro apoyo!
Por fín he tenido en mis manos el S3, el benjamín de la familia más deportiva de Audi que está a la venta desde 39.100 €, un precio que resulta de primeras elevado en exceso y que tiene que demostrar que aporta cualidades que lo avalen frente a la nutrida competencia, pues además se tiene y se debe aderezar con diversas y caras opciones. A priori, antes de arrancar, su calidad de acabados es la de un buen Audi, pero echo en falta más diferenciación con el resto de gama y una imagen un pelín más agresiva. En los primeros metros su sonido me gusta, y aunque le falta garra para llegar a ser una melodía anuncia grandes intenciones; su confort para un uso diario parece muy bueno, especialmente con la suspensión «Magnetic Ride» (1.285 €) en modo “suave”. Enseguida le busco un poco las cosquillas y sus capacidades dinámicas aparecen sobresalientes con una capacidad de aceleración en recta y en curva deslumbrando gracias a la tracción quattro, seleccionando además el modo sport de los amortiguadores para convertirlo en una auténtica tabla por cierto. El motor es excelente, y es que poco se puede decir que no se haya dicho ya del 2.0 TFSI del grupo VAG, la joya de la corona de su segmento que en este caso es la variante de 265 increíbles cv. Tiene inyección directa de gasolina y está sobrealimentado mediante un turbocompresor, y si no tiene la respuesta tan lineal de un atmosférico, su empuje a medio régimen entusiasma y es mucho más intenso. Qué pasada como anda la verdad.
Por si fuera poco el nuevo S3 gasta menos que el anterior, porque la parte inferior de la carrocería va carenada (como un Ferrari) y porque el ajuste del sistema de tracción total es diferente para mejorar la eficiencia energética, y se nota, llegando a conseguir si mimamos el acelerador quedarnos en los 10-11 litros de consumo medio. Estéticamente tiene los cambios de aspecto de la nueva gama A3, como los faros de forma diferente que incluyen una función de luz de día mediante una tira de diodos «LED» o los pilotos con fibra óptica para distribuir la luz (no se para que función del alumbrado), aunque de nuevo su imagen es demasiado “vulgar”, parecida en exceso a cualquier TDI con el acabado Sline. Los asientos tienen un buen mullido, pero sujetan sólo lo justo y su diseño no se diferencia como debiera de sus hermanos de gama sin pretensiones, y aunque opcionalmente hay unos de tipo «bacquet» cuya sujeción es muy elevada, resultan de nuevo excesivamente caros y no son todo lo cómodos que debieran.
De lo más interesante del nuevo S3 es que ahora también está disponible con carrocería de cinco puertas llamada «Sportback», un traje mucho más versátil, con más espacios para los pasajeros de las plazas traseras y más maletero; un buen paso para los que no llegan al S4 por ejemplo y que le añade un componente lúdico muy apreciable. Otro cambio importante respecto a la versión antigua es que ahora se puede elegir con cambio automático «S tronic» (de seis marchas DSG vamos) y los 2.230€ que cuesta este automatismo son de nuevo una cantidad alta y difícil de justificar por la ganancia de prestaciones y el menor consumo, pero que sí puede interesar por el agrado que proporciona a la conducción y por su excelente funcionamiento, llegando al éxtasis al usar las levas del volante que nos trasladan a la esfera de los videojuegos. Mi unidad era manual y la diversión a los mandos también ha llegado a cotas irreales, así que a la hora de devolverlo lo hago con la sensación de que una semana ha sido muy poco para saborear todos los matices que aporta este increíble juguete y que desde luego cuando llegué la hora y el día de plantearme un deportivo para todo uso aquí tengo una de las mejores y más racionales opciones en un momento en el que el Downsizing está tan de moda.
The Motor Lobby 