Hace poco he podido probar a fondo el Volkswagen Amarok. El que probablemente es el vehículo más polivalente de la casa de Wolfsburg se ha mostrado un coche con el que llevar a cabo cualquier labor cotidiana con la solvencia de un arma de combate, y como la prueba coincidió con una época de traslados y mucho movimiento familiar y de amigos, me convertí por arte de magia en una especie de Pyme dedicada a las mudanzas a pequeña escala, pero sin cobrar un duro…
En su caja trasera con capacidad para albergar un Europalet transversalmente cabe prácticamente una vida entera, pero desde cajas a sillones, lo mejor de todo es que para un uso lúdico el Volkswagen Amarok se convierte en el compañero ideal en el que poder trasladar cómodamente 5 bicicletas con sus respectivos 5 ocupantes hasta el risco más abrupto del monte. Y sus virtudes son muchas más, pero me quedo con estas 7:


