
¿Vosotros habéis oído hablar del Gas Licuado del Petróleo (GLP)? Yo tengo que reconocer que aunque el nombre lo había oído no sabía que tenía aplicación como energía alternativa de propulsión, algo de lo que Fiat, con su compromiso ecológico se ha encargado de evitar. El GLP es un hidrocarburo que se obtiene directamente del proceso de refinado del petróleo crudo o por extracción, derivando tanto del gas natural como del petróleo. Con respecto a la gasolina y al gasoil, el GLP genera menos emisiones y, lo que es más importante, no produce partículas PM10, principales causantes de la contaminación atmosférica, a parte de reducir las vibraciones y el ruido del motor en un 50%, otro tipo de contaminación verdad.
Con el lanzamiento de tres modelos propulsados con este gas la marca italiana continúa con su aventura en combustibles alternativos y nos presenta una oferta variada. Se trata concretamente del Punto, Bravo y Panda, que estarán disponibles en el mercado español en el segundo trimestre de 2009. El Panda GLP adopta un motor 1.2 de 60 CV de potencia, con un nivel de emisiones de tan sólo 116 g/km. El Punto, disponible en 3 ó 5 puertas, cuenta con un propulsor 1.4 de 77 CV y unas emisiones de 119 g/km. El Bravo, por su parte, adopta un propulsor 1.4 de 90 CV y unas emisiones de 134 g/km. Estos nuevos modelos convivirán con la gama “Natural Power” de gas natural, con la que Fiat lidera el mercado de vehículos de gas con un 70% de la cuota de mercado en Europa. Frente al Gas Nautural, el GLP ofrece como ventaja una mayor red de distribución con 13.726 estaciones en 26 países europeos (frente a las 1.642 del Gas Natural).
Entrando en detalles técnicos, los propulsores para las versiones GLP disponen de un sistema de aspiración específico, para acoger los inyectores de GLP, además de la instalación eléctrica suplementaria ya integrada. La bombona de GLP, de tipo helicoidal y está colocada en el vano de la rueda de repuesto para no restar espacio al equipaje (siendo de serie el kit de emergencia reparapinchazos). Según los modelos, el depósito de gasolina ofrece una capacidad diferente al de las versiones estándar (el valor tiene ya en cuenta el límite del 80% del llenado del depósito previsto por la normativa vigente): 38 litros para el Punto, 41 litros para el Bravo y 31 litros para el Panda. De hecho, el vehículo a GLP conserva la posibilidad de ser alimentado a gasolina y el paso de un carburante a otro puede ser efectuado en marcha mediante un pulsador específico, para obtener mayor autonomía. Desde aquí, y valga la redundancia, ¡bravo!
