Toda la potencia del Audi R8 GT se transmite al asfalto como no podía ser de otra forma por el sistema de tracción total quattro de Audi, pero en este modelo en circunstancias normales pasa un 85% de la potencia al tren trasero. Si las condiciones lo requieren se puede pasar de manera automática hasta un 30% de potencia al tren delantero, y el diferencial trasero es autoblocante, imprescindible para aprovechar todo el grip posible a la salida de las curvas.
Para el cambio el Audi R8 GT recurre a la caja de cambios R tronic de seis relaciones, opcional en el Audi R8 5.2 V10 FSI, y mecánicamente no hay más diferencias, sólo el programa Sport del ESP, que se ha recalibrado en esta versión para hacerlo menos intrusivo y más eficaz en curvas rápidas.


