
Para quien los 40.800 euros de la versión de mayor potencia resulten demasiado caros, podrá hacerse con el modelo inicial de la gama por 30.300 euros; un vehículo con inyección directa de gasolina y 160 CV. Con un motor de cuatro cilindros turbo de 1,8 litros, alcanza la marca de los 100 km/h transcurridos 8,6 segundos. Libre de todo retraso de respuesta del turbo el Passat de 1,4 toneladas de peso ya responde dinámicamente incluso a bajo régimen. Y también con una conducción más acelerada supera mínimamente el consumo medio indicado de 7,6 litros a los 100.
Más ahorrador aún se pone manos a la obra el 2.0 TDI por 30.775 euros. VW promete para el diesel common rail de 143 CV y marcha tranquila un consumo de tan sólo 5,8 litros cada 100 kilómetros, aunque en la práctica este valor oscila hasta los 6,5 litros. Sobre todo en comparación con el antiguo motor de autoignición e inyector bomba, el nuevo cuatro cilindros encarna la pura tranquilidad. VW amplia la gama con un motor gasolina de 200 CV así como con la versión del brillante 2.0 TDI con 170 CV.

Los motores potentes son una cosa y un chasis equilibrado es otra muy distinta. En el Passat CC el conductor tiene de aquí en adelante derecho a elegir: mediante la pulsación de una tecla puede controlarse el chasis adaptativo (1.025 euros) en tres niveles que van desde cómodo hasta rígido. Incluso en el modo confort el Volkswagen no se vuelve esponjoso sino que se desliza sobre los perfiles irregulares suave como la mantequilla pero en todo momento perfectamente controlable. El otro extremo, el modo deportivo trae consigo, además de un ajuste significantemente más duro, una dirección servoasistida más reducida.
El punto culminante de toda la historia es la regulación progresiva de la amortiguación. En función de la calzada y de la situación de conducción se regulan los amortiguadores a la velocidad del rayo; en las curvas, por ejemplo, se tensan los exteriores, con el fin de permitir una mejor inclinación lateral. En las calles con calzada mala, el sistema se adapta prácticamente en tiempo real al suelo. De este modo se incrementa el confort y al mismo tiempo se aumenta también la seguridad.

En lo que se refiere a la seguridad, VW introduce en el Passat CC el así llamado «Lane Assist» (515 euros, una ganga). En comparación con los otros asistentes disponibles para mantener la trayectoria dentro del carril, los cuales únicamente avisan al conductor cuando abandona el carril, el sistema desarrollado en Wolfsburg interviene activamente en la dirección electromecánica. Como trasfondo cabe mencionar que el 14% de todos los accidentes con heridos se deben a que el vehículo se sale del carril.
Si el sistema se encuentra activado (a partir de los 65 km/h), una cámara supervisa las marcas de la calzada. Quien conduzca por encima de una marca vial, ya sea la línea central de la carretera o la delimitación del arcén, sin poner el intermitente será devuelto de nuevo al carril mediante suaves intervenciones en la dirección. Naturalmente, puede vencerse el sistema con poca fuerza, de manera que el conductor pueda imponerse en todo momento.

No obstante, estas pequeñas intervenciones son tan eficientes que devuelven de nuevo con seguridad el vehículo a la trayectoria. Sin embargo se equivoca quien piense que puede cederle por completo la conducción al sistema. El sistema Lane Assist no puede, por ejemplo, procesar los radios de curvas demasiado estrechos y avisa al conductor mediante señal acústica o mediante una advertencia en el ordenador de a bordo. Asimismo, el sistema detecta rápidamente que el conductor ha soltado completamente las manos del volante y le solicita que tome nuevamente el control.
VW dota al CC con un asistente más. El Park Assist, conocido ya de otros modelos, reconoce un sitio de aparcamiento adecuado al pasar por delante y aparca automáticamente el coche en el mismo. El conductor únicamente debe accionar el acelerador y el freno, bajo su responsabilidad claro. Su precio de unos 800 euros no es precisamente barato, pero: sólo los sensores de aparcamiento recomendados en todo caso debido a la mala visión cuestan 520 euros.

La lista de equipamiento especial puede continuar alargándose: el paquete ambiente con bonitas luces, la regulación de distancia automática, diversos insertos decorativos, asientos climatizados o un techo panorámico. El equipamiento de serie incluye todo el equipamiento de seguridad que podamos imaginar. Sin embargo las características extraordinarias de confort cubren exclusivamente la regulación eléctrica de los espejos exteriores, los elevalunas eléctricos y el aire acondicionado manual. La propia radio no está incluida desde fábrica. En este aspecto, VW podría acentuar algo más las pretensiones premium del Passat CC.

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