Renault no cesa en su empeño de demostrar al mundo que es capaz de fabricar una berlina Premium, y a pesar del intento incomprendido por el mercado que fue el Vel Satis, un coche de culto, ahora nos presenta el Latitude, un modelo mucho más discreto pero con todas las armas para competir al más alto nivel que en enero llegará a los concesionarios.
De elegantes y discretas líneas, que algunos calificarán hasta de aburridas si lo comparamos con su antecesor o con el atrevido Avantime, otro modelo para coleccionistas, la sobriedad del nuevo tope de gama de Renault recuerda al Safrane y al R25, y seguro que será un valor apreciado por muchos clientes más allá de los cargos públicos europeos, aunque los más reticentes verán todavía ciertos rasgos de diseño asiático en sus formas.
Cuatro serán las motorizaciones disponibles para el nuevo Renault del sector Premium. El único gasolina es un 2.0 de origen Nissan que eroga 140CV y puede usar etanol E85, y es en su ecología donde radica su mayor atractivo. El 4 cilindros 2.0dCi podrá elegirse con 150 ó 175 CV y 360Nm de Par, interesante punto medio capaces de homologar un consumo mixto de 5,3 y 5,5 litros a los cien. El V6 de 3 litros, 240CV y 450Nm de Par será la versión más potente, y con 7,2 litros a los cien de consumo demuestra su refinamiento.
El Renault Latitude llegará al mercado con tres niveles de acabado (Expression, Privilége eInitiale), todos de serie con 6 airbags (incluyendo delanteros laterales y de cortina), control de estabilidad, reposacabezas activos, control de crucero, Bluetooth o climatizador bizona. En opción ofrece faros Bixenón direccionales, cámara de visión trasera, asientos delanteros con función de masaje o sofisticados sistemas de navegación Carminat TomTom Live.
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