He comprobado que son muchos los lectores que pensaban que el Volkswagen Tiguan, un modelo que vio la luz en 2008, del que se han vendido más de 700.000 unidades y que ha sido remodelado hace ahora 2 años, competía de manera directa con el Audi Q5 en la liga de los SUV compactos, y cuál fue su sorpresa al constatar que en realidad la base del SUV medio de los cuatro aros era la del A4 y por tanto estaba por encima en posicionamiento y capacidades.
Entonces llegó el Audi Q3, hermano gemelo del SUV compacto de Volkswagen , y parecía que la propuesta de la casa deportiva de la matriz, tanto por presencia como por amplitud de gama, estaba un paso por encima de la de “la marca premium de los generalistas”, pero la realidad es que el Tiguan ha aguantado los envites estoicamente.

