Opel ha iniciado la comercialización de la segunda generación del Insignia, que cuenta con un diseño muy continuista dado su enorme éxito entre los clientes. Nuevos motores y diferentes innovaciones tecnológicas centradas en la conectividad conforman un coche mucho más confortable.
La gama del Insignia en el mercado español está formada por una carrocería de cinco puertas, así como por otra de cuatro puertas y por una familiar Sports Tourer. Además, se completa con una variante deportiva OPC (tanto en berlina como en familiar) y con una opción más ‘campera’, el Country Tourer. En la toma de contacto por los alrededores de Madrid tuvimos ocasión de ponernos a los mandos de todas ellas, y cada una cuenta con sus ventajas manteniendo inalterada su elegancia y agraciada silueta, aunque a nosotros nos gusta especialmente lo conseguida que queda la variante familiar.
El Opel Insignia tiene una longitud de 4,85 metros, con lo que resulta uno de los modelos más amplios y habitables del segmento D, y su imagen en esta segunda generación se caracteriza por una actualización de su diseño, con nuevas luces LED diurnas de serie y una parrilla delantera modificada. Además, se ha mejorado enormemente la resistencia aerodinámica, de forma que el coeficiente se sitúa en Cx 0,25, récord de su categoría, algo que influye tanto en los consumos como en el confort acústico abordo, ciertamente muy conseguido y que aporta gran sensación de calidad.



