El nuevo modelo de la familia X de BMW llega dispuesto a conquistar el corazón de los clientes más inconformistas, esos que no renuncian a nada. Seis versiones con motorizaciones de 184 a 313 CV y sistema de tracción xDrive en toda la gama con una carrocería que destila músculo y elegancia por los cuatro costados ya están a la venta desde 47.900 euros. La firma de las hélices lleva vendidos más de 3 millones de modelos bajo el concepto SUV, un fenómeno que con el X6 fue un paso más allá al crear un sub-segmento dentro del mismo donde la deportividad escalaba un peldaño más para que los clientes pudieran tener un verdadero todo en uno: una berlina, un todoterreno y un “deportivo”. Con el éxito de su hermano mayor consolidado y a punto de estrenar su segunda generación, la historia quiere repetirse sobre la base del BMW X3.
Los mercados de EE.UU, Rusia y China son el gran objetivo de este modelo, pero hay que reconocer que su tamaño es mucho más adecuado para el tipo de cliente europeo y la conducción que aquí se practica. Tras la primera toma de contacto por las carreteras de la sierra de Madrid queda claro que este coche es todo deportividad y carácter en lo que a SUV se refiere, y su conducción nos transporta a las sensaciones de los modelos más deportivos de BMW (salvaguardando los M). Los asientos delanteros van en una posición más baja (2cm menos que en un X3), y eso se nota en la percepción al volante.



