
Defender da un golpe sobre la mesa en el mundo del rally-raid con el estreno del Dakar D7X-R, una evolución extrema del OCTA de serie pensada para competir sin disfraces en la categoría Stock del W2RC. Con un diseño reforzado, nueva suspensión firmada por Bilstein y el motor V8 biturbo adaptado a combustibles sostenibles, la marca británica afronta su debut en el Dakar 2026 con un trío de pilotos de primer nivel y la ambición de demostrar que un 4×4 auténtico también puede triunfar en el desierto.
Defender ha mostrado por fin la versión definitiva del Dakar D7X-R, el modelo con el que la marca británica quiere hacerse un hueco en la élite del Campeonato Mundial de Rally-Raid (W2RC) a partir de 2026. Se trata de la interpretación más extrema que la firma ha creado sobre la base del Defender OCTA, un SUV que ya en carretera presume de músculo, pero que aquí adopta un enfoque plenamente competitivo para enfrentarse al desafío más brutal del planeta: el Rally Dakar.
Aunque su debut en carrera llegará en enero, en la próxima edición del raid más famoso del mundo, la marca ya ha desvelado el diseño y la puesta a punto final de un vehículo que no se ha concebido desde cero, sino a partir del mismo chasis del modelo de producción. Esa es precisamente la clave de su participación: competirá dentro de la categoría Stock del W2RC, un escaparate perfecto para demostrar —sin artificios ni prototipos irreconocibles— de qué es capaz un Defender con ajustes mínimos pero inteligentes.

La esencia del modelo se mantiene. El D7X-R conserva la arquitectura de carrocería D7x, la misma transmisión y el driveline que equipa el OCTA estándar, así como el poderoso V8 biturbo de 4,4 litros, adaptado en esta ocasión para funcionar con combustible sostenible avanzado. Defender quiere que este proyecto no solo transmita dureza y rendimiento, sino también un guiño hacia la eficiencia que exige el automovilismo moderno.
Eso sí, para sobrevivir a la crudeza del Dakar no basta con fortalecer la mecánica. El equipo de ingeniería ha ampliado la batalla, ha elevado la altura libre al suelo y ha rediseñado por completo la suspensión, acompañada de un sistema de refrigeración optimizado para las temperaturas extremas del desierto. En ese trabajo, Defender Rally contará con un socio técnico de primer nivel: Bilstein, que se convierte en proveedor oficial de la amortiguación y aporta su experiencia en competición para que el D7X-R mantenga el tipo en los tramos más rotos del campeonato.

El proyecto también luce un plantel de pilotos a la altura de la ambición. El legendario Stéphane Peterhansel, la estadounidense Sara Price y el lituano Rokas Baciuška serán los encargados de poner el coche al límite cuando el cronómetro se active el 3 de enero. Tres estilos de conducción, tres trayectorias completamente distintas y un único objetivo: comprobar si este Defender tan especial está realmente preparado para escribir su propia página en la historia del raid.
Defender no solo quiere competir; quiere demostrar que un SUV de serie, convenientemente reforzado, puede pelear en el entorno más despiadado del automovilismo. El Dakar D7X-R llega para eso: para representar la evolución del modelo más icónico de la marca en el escenario donde la resistencia mecánica deja de ser un valor y pasa a convertirse en una condición de supervivencia.

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